Fondare 51 Risultati per: manjar

  • El segundo cordero lo ofrecerás entre dos luces: lo ofrecerás con la misma oblación y libación que el de la mañana, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh. (Números 28, 8)

  • una décima de flor de harina amasada con aceite, por cada cordero. Es un holocausto de calmante aroma, manjar abrasado para Yahveh. (Números 28, 13)

  • Ofreceréis como manjar abrasado en holocausto a Yahveh: dos novillos, un carnero, siete corderos de un año, sin tacha. (Números 28, 19)

  • Así haréis los siete días. Es un alimento, un manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh: se ofrece además del holocausto perpetuo y de su libación. (Números 28, 24)

  • Esto, además del holocausto mensual y de su oblación, del holocausto perpetuo y de su oblación y sus libaciones, según la norma correspondiente, como calmante aroma, manjar abrasado para Yahveh. (Números 29, 6)

  • Ofreceréis en holocausto un manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh: trece novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, que serán sin defecto; (Números 29, 13)

  • Ofreceréis un holocausto, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh: un novillo, un carnero, siete corderos de un año, sin tacha; (Números 29, 36)

  • Yonadab le dijo: «Acuéstate en tu lecho y fíngete enfermo y cuando tu padre venga en verte le dices: Que venga, por favor, mi hermana Tamar a darme de comer; que prepare delante de mí algún manjar para que lo vea yo y lo coma de su mano.» (II Samuel 13, 5)

  • a Dios tentaron en su corazón reclamando manjar para su hambre. (Salmos 78, 18)

  • todo manjar les daba náusea, tocaban ya a las puertas de la muerte. (Salmos 107, 18)

  • En vez de tal castigo, concediste favores a tu pueblo: para satisfacer su voraz apetito, les preparaste como alimento un manjar exquisito: codornices; (Sabiduría 16, 2)

  • A tu pueblo, por el contrario, le alimentaste con manjar de ángeles; les suministraste, sin cesar desde el ciel un pan ya preparado que podía brindar todas las delicias y satisfacer todos los gustos. (Sabiduría 16, 20)


“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina