Fondare 53 Risultati per: macho

  • Del novillo del sacrificio por el pecado y del macho cabrío inmolado por el pecado, cuya sangre fue introducida en el santuario para hacer expiación, serán sacados fuera del campamento y quemados con fuego sus pieles, su carne y sus excrementos. (Levítico 16, 27)

  • para que os alcance favor, la víctima habrá de ser macho, sin defecto, buey, oveja o cabra. (Levítico 22, 19)

  • Ofreceréis también un macho cabrío como sacrificio por el pecado, y dos corderos de un año como sacrificio de comunión. (Levítico 23, 19)

  • en el caso de que la inadvertencia se haya cometido por descuido de la comunidad, toda la comunidad ofrecerá un novillo en holocausto, como calmante aroma para Yahveh, con su correspondiente oblación y libación según costumbre, y un macho cabrío en sacrificio por el pecado. (Números 15, 24)

  • Ofrecerás también a Yahveh, como sacrificio por el pecado, un macho cabrío con su libación, además del holocausto perpetuo. (Números 28, 15)

  • y un macho cabrío como sacrificio por el pecado, para expiar por vosotros. (Números 28, 22)

  • y un macho cabrío como sacrificio por el pecado para hacer expiación por vosotros. (Números 28, 30)

  • y un macho cabrío como sacrificio por el pecado, para hacer la expiación por vosotros. (Números 29, 5)

  • y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado de la fiesta de la Expiación, del holocausto perpetuo, de su oblación y sus libaciones. (Números 29, 11)

  • y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 16)

  • y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y sus libaciones. (Números 29, 19)

  • y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación. (Números 29, 22)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina