Fondare 223 Risultati per: llamó

  • Llamó Yahveh: «¡Samuel, Samuel!» El respondió: «¡Aquí estoy!», (I Samuel 3, 4)

  • Tercera vez llamó Yahveh a Samuel y él se levantó y se fue donde Elí diciendo: «Aquí estoy, porque me has llamado.» Comprendió entonces Elí que era Yahveh quien llamaba al niño, (I Samuel 3, 8)

  • Vino Yahveh, se paró y llamó como las veces anteriores «Samuel, Samuel!» Respondió Samuel: «¡Habla, que tu siervo escucha.» (I Samuel 3, 10)

  • pero Elí le llamó y le dijo: «Samuel, hijo mío»; él respondió: «Aquí estoy.» (I Samuel 3, 16)

  • Llamó al niño Ikabod, diciendo: «La gloria ha sido desterrada de Israel», aludiendo a la captura del arca de Dios, a su suegro y a su marido. (I Samuel 4, 21)

  • y se acostó. Cuando apuntó el alba, llamó Samuel a Saúl en el terrado y le dijo: «Levántate, que voy a despedirte.» Se levantó Saúl y salieron ambos afuera, Samuel y Saúl. (I Samuel 9, 26)

  • Llamó Jesé a Abinadab y le hizo pasar ante Samuel, que dijo: «Tampoco a éste ha elegido Yahveh.» (I Samuel 16, 8)

  • Llamó entonces Jonatán a David, le contó todas estas palabras y llevó a David donde Saúl, y se quedó a su servicio como antes. (I Samuel 19, 7)

  • Llamó Saúl a todo el pueblo a las armas para bajar a Queilá y cercar a David y sus hombres. (I Samuel 23, 8)

  • Abandonó Saúl la persecución de David y marchó al encuentro de los filisteos. Por eso se llamó aquel lugar «Peña de la Separación.» (I Samuel 23, 28)

  • Akís llamó a David y le dijo: «! Vive Yahveh! que tú eres leal y me hubiera gustado que salieras y entraras conmigo en el campamento, pues nada malo he hallado en ti desde el día en que viniste a mí hasta hoy, pero no eres bien visto por los tiranos. (I Samuel 29, 6)

  • Se volvió y al verme me llamó y contesté: "Aquí estoy." (II Samuel 1, 7)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina