Fondare 90 Risultati per: lino

  • Dálet. Se busca lana y lino y lo trabaja con manos diligentes. (Proverbios 31, 13)

  • Mem. Para sí se hace mantos, y su vestido es de lino y púrpura. (Proverbios 31, 22)

  • Sámek. Hace túnicas de lino y las vende, entrega al comerciante ceñidores. (Proverbios 31, 24)

  • Estarán confusos los que trabajan el lino, cardadoras y tejedores palidecerán. (Isaías 19, 9)

  • Yahveh me dijo así: «Anda y cómprate una faja de lino y te la pones a la cintura, pero no la metas en agua.» (Jeremías 13, 1)

  • Por la púrpura y el lino que se pudre encima de ellos, conoceréis también que no son dioses. Ellos mismos serán al fin devorados y serán un oprobio para el país. (Baruc 6, 71)

  • Y en esto vinieron, de la dirección del pórtico superior que mira al norte, seis hombres, cada cual con su azote en la mano. En medio de ellos había un hombre vestido de lino con una cartera de escriba a la cintura. Entraron y se detuvieron ante al altar de bronce. (Ezequiel 9, 2)

  • La gloria del Dios de Israel se levantó de sobre los querubines sobre los cuales estaba, hacia el umbral de la Casa. Llamó entonces al hombre vestido de lino que tenía la cartera de escriba a la cintura; (Ezequiel 9, 3)

  • En aquel momento el hombre vestido de lino que llevaba la cartera a la cintura, vino a hacer su relación: «He ejecutado lo que me ordenaste.» (Ezequiel 9, 11)

  • Y dijo al hombre vestido de lino: «Métete entre las ruedas, debajo de los querubines, toma a manos llenas brasas ardientes de entre los querubines y espárcelas por la ciudad.» Y él entró, ante mis ojos. (Ezequiel 10, 2)

  • Cuando dio esta orden al hombre vestido de lino: «Toma fuego de en medio de las ruedas, de entre los querubines», el hombré fue y se detuvo junto a la rueda; (Ezequiel 10, 6)

  • el querubín alargó su mano de entre los querubines hacia el fuego que había en medio de los querubines, lo tomó y lo puso en las manos del hombre vestido de lino. Este lo tomó y salió. (Ezequiel 10, 7)


“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina