Fondare 75 Risultati per: harina

  • y como oblación, una décima de medida de flor de harina, amasada con un cuarto de sextario de aceite virgen. (Números 28, 5)

  • «El día de sábado, dos corderos de un año, sin tacha, y como oblación dos décimas de flor de harina amasada con aceite, y su correspondiente libación. (Números 28, 9)

  • Como oblación tres décimas de flor de harina amasada con aceite por cada novillo; dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como oblación por el carnero; (Números 28, 12)

  • una décima de flor de harina amasada con aceite, por cada cordero. Es un holocausto de calmante aroma, manjar abrasado para Yahveh. (Números 28, 13)

  • La oblación correspondiente de flor de harina amasada con aceite será de tres décimas por novillo, dos décimas por el carnero, (Números 28, 20)

  • La oblación correspondiente será de flor de harina amasada con aceite: tres décimas por novillo, dos décimas por el carnero, (Números 28, 28)

  • La oblación correspondiente de flor de harina amasada con aceite, será de tres décimas por el novillo, dos décimas por el carnero (Números 29, 3)

  • su oblación de flor de harina amasada con aceite, será: tres décimas por el novillo, dos décimas por el carnero, (Números 29, 9)

  • la oblación correspondiente será de flor de harina amasada con aceite, tres décimas por cada uno de los trece novillos, dos décimas por cada uno de los dos carneros, (Números 29, 14)

  • Gedeón se fue, preparó un cabrito y con una medida de harina hizo unas tortas ázimas; puso la carne en un canastillo y el caldo en una olla, y lo llevó bajo el terebinto. Cuando se acercaba, (Jueces 6, 19)

  • Cuando lo hubo destetado, lo subió consigo, llevando además un novillo de tres años, una medida de harina y un odre de vino, e hizo entrar en la casa de Yahveh, en Silo, al niño todavía muy pequeño. (I Samuel 1, 24)

  • Tenía la mujer en casa un ternero cebado y se apresuró a degollarlo. Tomó harina, la amasó y coció unos ázimos. (I Samuel 28, 24)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina