Fondare 1677 Risultati per: guerra contra los santos

  • Tales cosas tienen una apariencia de sabiduría por su piedad afectada, sus mortificaciones y su rigor con el cuerpo; pero sin valor alguno contra la insolencia de la carne. (Colosenses 2, 23)

  • Revestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia, (Colosenses 3, 12)

  • soportándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente, si alguno tiene queja contra otro. Como el Señor os perdonó, perdonaos también vosotros. (Colosenses 3, 13)

  • para que se consoliden vuestros corazones con santidad irreprochable ante Dios, nuestro Padre, en la Venida de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos. (I Tesalonicenses 3, 13)

  • cuando venga en aquel Día a ser glorificado en sus santos y admirado en todos los que hayan creído - pues nuestro testimonio ha sido creído por vosotros. (II Tesalonicenses 1, 10)

  • y tenga el testimonio de sus buenas obras: haber educado bien a los hijos, practicado la hospitalidad, lavado los pies de los santos, socorrido a los atribulados, y haberse ejercitado en toda clase de buenas obras. (I Timoteo 5, 10)

  • No admitas ninguna acusación contra un presbítero si no viene con el testimonio de dos o tres. (I Timoteo 5, 19)

  • que las ancianas asimismo sean en su porte cual conviene a los santos: no calumniadoras ni esclavas de mucho vino, maestras del bien, (Tito 2, 3)

  • pues tengo noticia de tu caridad y de tu fe para con el Señor Jesús y para bien de todos los santos, (Filemon 1, 5)

  • Pues tuve gran alegría y consuelo a causa de tu caridad, por el alivio que los corazones de los santos han recibido de ti, hermano. (Filemon 1, 7)

  • Por tanto, hermanos santos, partícipes de una vocación celestial, considerad al apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe, a Jesús, (Hebreos 3, 1)

  • durante cuarenta años. Por eso me irrité contra esa generación y dije: Andan siempre errados en su corazón; no conocieron mis caminos. (Hebreos 3, 10)


“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina