Fondare 1687 Risultati per: guerra contra Moab

  • Porque el amalecita y el cananeo están allí contra vosotros, y caeréis a filo de espada, pues después de haber abandonado vosotros a Yahveh, Yahveh no está con vosotros.» (Números 14, 43)

  • y se alzaron contra Moisés junto con 250 israelitas, principales de la comunidad, distinguidos en la asamblea, personajes famosos. (Números 16, 2)

  • Se amotinaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: «Esto ya pasa de la raya. Toda la comunidad entera, todos ellos están consagrados y Yahveh está en medio de ellos. ¿Por qué, pues, os encumbráis por encima de la asamblea de Yahveh?» (Números 16, 3)

  • Por eso, contra Yahveh os habéis amotinado, tú y toda tu cuadrilla; porque ¿quién es Aarón, para que murmuréis contra él?» (Números 16, 11)

  • Al día siguiente, murmuró toda la comunidad de los israelitas contra Moisés y Aarón, diciendo: «Vosotros habéis matado al pueblo de Yahveh.» (Números 17, 6)

  • Como se amotinaba la comunidad contra Moisés y Aarón, se volvieron éstos hacia la Tienda del Encuentro. Y vieron que la Nube la había cubierto y se había aparecido la gloria de Yahveh. (Números 17, 7)

  • El hombre cuya rama retoñe, será el que yo elijo. Así dejarán de llegar hasta mí las murmuraciones que los israelitas profieren contra vosotros.» (Números 17, 20)

  • Entonces Yahveh dijo a Aarón: «Tú, tus hijos y la casa de tu padre contigo, cargaréis con las faltas cometidas contra el santuario. Tú y tus hijos cargaréis con las faltas de vuestro sacerdocio. (Números 18, 1)

  • No había agua para la comunidad, por lo que se amotinaron contra Moisés y contra Aarón. (Números 20, 2)

  • El pueblo protestó contra Moisés, diciéndole: «Ojalá hubiéramos perecido igual que perecieron nuestros hermanos delante de Yahveh. (Números 20, 3)

  • Estas son las aguas de Meribá, donde protestaron los israelitas contra Yahveh, y con las que él manifestó su santidad. (Números 20, 13)

  • «Que se reúna Aarón con los suyos, porque no debe entrar en la tierra que he dado a los israelitas, por haberos rebelado contra mi voz en las aguas de Meribá. (Números 20, 24)


“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina