Fondare 20 Risultati per: escuchan

  • «Así pues, si no te creen ni escuchan la voz por la primera señal, creerán por la segunda. (Exodo 4, 8)

  • Y si no creen tampoco por estas dos señales y no escuchan tu voz, tomarás agua del Río y la derramarás en el suelo; y el agua que saques del Río se convertirá en sangre sobre el suelo.» (Exodo 4, 9)

  • Respondió Moisés ante Yahveh: «Si los israelitas no escuchan: ¿cómo me va a escuchar Faraón, a mí que soy torpe de palabra?» (Exodo 6, 12)

  • Porque esas naciones que vas a desalojar escuchan a astrólogos y adivinos, pero a ti Yahveh tu Dios no te permite semejante cosa. (Deuteronomio 18, 14)

  • Dichosas tus mujeres, dichosos estos tus servidores que están siempre en tu presencia y escuchan tu sabiduría. (I Reyes 10, 8)

  • ¡Dichosas tus gentes! ¡Dichosos estos tus servidores, que están siempre en tu presencia y escuchan tu sabiduría! (II Crónicas 9, 7)

  • Si escuchan y son dóciles, acaban sus días en ventura y en delicias sus años. (Job 36, 11)

  • Si no escuchan, pasan el Canal, y expiran por falta de cordura. (Job 36, 12)

  • Y yo me digo: Más vale sabiduría que fuerza; pero la sabiduría del pobre se desprecia y sus palabras no se escuchan. (Eclesiastés 9, 16)

  • feliz quien ha encontrado la prudencia, y quien la expone a oídos que escuchan. (Eclesiástico 25, 9)

  • No se cerrarán los ojos de los videntes, y los oídos de los que escuchan percibirán; (Isaías 32, 3)

  • Así dice Yahveh: En Ramá se escuchan ayes, lloro amarguísimo. Raquel que llora por sus hijos, que rehúsa consolarse - por sus hijos - porque no existen. (Jeremías 31, 15)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina