Fondare 11 Risultati per: escarnio

  • yo arrancaré a Israel de la superficie de la tierra que les he dado; arrojaré de mi presencia esta Casa que yo he consagrado a mi Nombre, e Israel quedará como proverbio y escarnio de todos los pueblos. (I Reyes 9, 7)

  • os arrancaré de mi tierra que os he dado; arrojaré de mi presencia esta Casa que yo he consagrado a mi Nombre y la haré objeto de proverbio y de escarnio entre todos los pueblos. (II Crónicas 7, 20)

  • entonces les dije: «Vosotros mismos veis la triste situación en que nos encontramos, pues Jerusalén está en ruinas, y sus puertas devoradas por el fuego. Vamos a reconstruir la muralla de Jerusalén, y no seremos más objeto de escarnio.» (Nehemías 2, 17)

  • porque se decía: «No sea que haya muerto y nos sirva de mofa y escarnio.» (Tobías 8, 10)

  • La muerte de nuestros hermanos, la deportación de esta tierra y la devastación de nuestra heredad, caerá sobre nuestras cabezas, en medio de las naciones en que estemos como esclavos y seremos para nuestros amos escarnio y mofa, (Judit 8, 22)

  • De nuestros vecinos nos haces la irrisión, burla y escarnio de nuestros circundantes; (Salmos 44, 14)

  • Nos hemos hecho la irrisión de los vecinos, burla y escarnio de nuestros circundantes. (Salmos 79, 4)

  • pues al que antes hicieron exponer y luego rechazaron con escarnio, al final de los acontecimientos le admiraron después de padecer una sed bien diferente de la de los justos. (Sabiduría 11, 14)

  • Escarnio y ultraje son cosa de orgulloso, mas la venganza como león le acecha. (Eclesiástico 27, 28)

  • Señor, por todas tus justicias, retira tu cólera y tu furor de Jerusalén, tu ciudad, monte santo tuyo; pues, a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el escarnio de todos los que nos circundan. (Daniel 9, 16)

  • Se vuelven a lo que no es nada, son como un arco engañoso. Caerán a espada sus príncipes, por la iracundia de su lengua: ¡tal será su escarnio en el país de Egipto! (Oseas 7, 16)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina