Fondare 288 Risultati per: eran

  • Y al mismo tiempo que él, bajaron al seol, donde las víctimas de la espada, los que eran su brazo y moraban a su sombra en medio de las naciones. (Ezequiel 31, 17)

  • Entonces os acordaréis de vuestra mala conducta y de vuestras acciones que no eran buenas, y sentiréis asco de vosotros mismos por vuestras culpas y vuestras abominaciones. (Ezequiel 36, 31)

  • Me hizo pasar por entre ellos en todas las direcciones. Los huesos eran muy numerosos por el suelo de la vega, y estaban completamente secos. (Ezequiel 37, 2)

  • Las lonjas del pórtico oriental eran tres por cada lado, todas ellas de la misma dimensión; las pilastras tenían también las mismas dimensiones por cada lado. (Ezequiel 40, 10)

  • Sus lonjas eran tres por cada lado; sus pilastras y vestíbulos tenían las mismas dinensiones que los del primer pórtico: cincuenta codos de largo y veinticinco de ancho. (Ezequiel 40, 21)

  • un altar de madera de tres codos de alto, dos codos de largo y dos de ancho. Sus ángulos, su base y sus lados eran de madera. El hombre me dijo: «Esta es la mesa que está delante de Yahveh.» (Ezequiel 41, 22)

  • Eran puertas de dos hojas movibles, dos hojas en una puerta y dos en la otra. (Ezequiel 41, 24)

  • Las salas superiores eran estrechas, porque las galerías les comían parte de su espacio, más estrechas que las de abajo y las del medio del edificio, (Ezequiel 42, 5)

  • Entre ellos se encontraban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, que eran judíos. (Daniel 1, 6)

  • pero hay un Dios en el cielo, que revela los misterios y que ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los días. Tu sueño y las visiones de tu cabeza cuando estabas en tu lecho eran éstos: (Daniel 2, 28)

  • Levanté los ojos para ver, y vi un carnero que estaba delante de la puerta. Tenía dos cuernos; los dos cuernos eran altos, pero uno más que otro y el más alto había despuntado el último. (Daniel 8, 3)

  • sus padres eran justos y habían educado a su hija según la ley de Moisés. (Daniel 13, 3)


“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina