Fondare 33 Risultati per: construyó

  • Noé construyó un altar a Yahveh, y tomanda de todos las animales puros y de todas las aves puras, ofreció holocaustos en el altar. (Génesis 8, 20)

  • Llegados al lugar que le había dicho Dios, construyó allí Abraham el altar, y dispuso la leña; luego ató a Isaac, su hijo, y le puso sobre el ara, encima de la leña. (Génesis 22, 9)

  • Allí construyó un altar e invocó el nombre de Yahveh. Allí desplegó su tienda, y los siervos de Isaac perforaron allí un pozo. (Génesis 26, 25)

  • Y le llevó al Campo de los Centinelas, hacia la cumbre del Pisgá. Construyó siete altares y ofreció en holocausto un novillo y un carnero en cada altar. (Números 23, 14)

  • Entonces Josué construyó un altar a Yahveh, Dios de Israel, en el monte Ebal, (Josué 8, 30)

  • El hombre se fue al país de los hititas y construyó una ciudad, a la que llamó Luz. Es el nombre que tiene hasta la fecha. (Jueces 1, 26)

  • Al día siguiente el pueblo se levantó de madrugada, construyó allí un altar, y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. (Jueces 21, 4)

  • Construyó los veinte codos del fondo de la Casa con planchas de cedro desde el suelo hasta las vigas, formando así por la parte interior el Debir, el Santo de los Santos; (I Reyes 6, 16)

  • El rey Salomón construyó una flota en Esyón Guéber, que está cerca de Elat, a orillas del mar de Suf, en la tierra de Edom. (I Reyes 9, 26)

  • El sacerdote Urías construyó un altar; todo cuanto el rey Ajaz había mandado desde Damasco lo realizó el sacerdote Urías antes de que el rey Ajaz regresara de Damasco. (II Reyes 16, 11)

  • Construyó altares en la Casa de la que Yahveh había dicho: «En Jerusalén pondré mi Nombre.» (II Reyes 21, 4)

  • Construyó también la sala del Santo de los Santos, cuya longitud, correspondiente al ancho de la Casa, era de veinte codos, y su anchura igualmente de veinte codos. Lo revistió de oro puro, que pesaba seiscientos talentos. (II Crónicas 3, 8)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina