Fondare 215 Risultati per: bendición de isaac
sino que cada cual ofrecerá el don de su mano, según la bendición que Yahveh tu Dios te haya otorgado. (Deuteronomio 16, 17)
Se adelantarán entonces los sacerdotes hijos de Leví; porque a ellos ha eligido Yahveh tu Dios para estar a su servicio y para dar la bendición en el nombre de Yahveh, y a su decisión corresponde resolver toto litigio y toda causa de lesiones. (Deuteronomio 21, 5)
Sólo que Yahveh tu Dios no quiso escuchar a Balaam, y Yahveh tu Dios te cambió la maldición en bendición, porque Yahveh tu Dios te ama. (Deuteronomio 23, 6)
Estos son los que se situarán en el monte Garizim para dar la bendición al pueblo, cuando hayáis pasado el Jordán: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín; (Deuteronomio 27, 12)
Yahveh mandará a la bendición que esté contigo, en tus graneros y en tus empresas, y te bendecirá en la tierra que Yahveh tu Dios te da. (Deuteronomio 28, 8)
para hacer hoy de ti su peublo y ser él tu Dios como te ha dicho y como juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. (Deuteronomio 29, 12)
Cuando te sucedan todas estas cosas, la bendición y la maldición que te he propuesto, si las meditas en tu corazón en medio de las naciones donde Yahveh tu Dios te haya arrojado, (Deuteronomio 30, 1)
Pongo hoy por testigos contra vosotros al cielo y a la tierra: te pongo delante vida o muerte, bendición o maldición. Escoge la vida, para que vivas, tú y tu descendencia, (Deuteronomio 30, 19)
amando Yahveh tu Dios, escuchando su voz, viviendo unido a él; pues en eso está tu vida, así como la prolongación de tus días mientras habites en la tierra que Yahveh juró dar a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. (Deuteronomio 30, 20)
Esta es la bendición con la que Moisés, hombre de Dios, bendijo a los israelitas antes de morir. (Deuteronomio 33, 1)
Para Neftalí dijo: Neftalí, saciado de favor, colmado de la bendición de Yahveh, Oeste y Mediodía son su posesión. (Deuteronomio 33, 23)
Y Yahveh le dijo: «Esta es la tierra que bajo juramento prometí a Abraham, Isaac y Jacob, diciendo: A tu descendencia se la daré. Te dejo verla con tus ojos, pero no pasarás a ella.» (Deuteronomio 34, 4)