Fondare 217 Risultati per: angel

  • Vio la burra al Angel de Yahveh y se echó con Balaam encima. Balaam se enfureció y pegó a la burra con un palo. (Números 22, 27)

  • Entonces abrió Yahveh los ojos de Balaam, que vio al Angel de Yahveh, de pie en el camino, la espada desenvainada en la mano; y se inclinó y postró rostro en tierra. (Números 22, 31)

  • El Angel de Yahveh le dijo; «¿Por qué has pegado a tu burra con ésta ya tres veces? He sido yo el que he salido a cerrarte el paso, porque delante de mí se tuerce el camino. (Números 22, 32)

  • Dijo entonces Balaam al Angel de Yahveh: «He pecado, pues no sabía que tú te habías puesto en mi camino. Pero ahora mismo, si esto te parece mal, me vuelvo.» (Números 22, 34)

  • Respondió el Angel de Yahveh a Balaam: «Vete con esos hombres, pero no dirás nada más que lo que yo te diga.» Balaam marchó con los jefes de Balaq. (Números 22, 35)

  • El Angel de Yahveh subió de Guilgal a Betel y dijo: «Yo os hice subir de Egipto y os introduje en la tierra que había prometido con juramento a vuestros padres. Yo dije: "No romperé jamás mi alianza con vosotros. (Jueces 2, 1)

  • Así que el Angel de Yahveh dijo estas palabras a todos los israelitas, el pueblo se puso a llorar a gritos. (Jueces 2, 4)

  • Baraq le respondió: «Si vienes tú conmigo, voy. Pero si no vienes conmigo, no voy, porque no sé en qué día me dará la victoria el Angel de Yahveh.» (Jueces 4, 8)

  • Maldecid a Meroz, dice el Angel de Yahveh, maldecid, maldecid a sus moradores: pues no vinieron en ayuda de Yahveh, en ayuda de Yahveh como los héroes. (Jueces 5, 23)

  • Vino el Angel de Yahveh y se sentó bajo el terebinto de Ofrá, que pertenecía a Joás de Abiézer. Su hijo Gedeón majaba trigo en el lagar para ocultárselo a Madián, (Jueces 6, 11)

  • cuando el Angel de Yahveh se le apareció y le dijo: «Yahveh contigo, valiente guerrero.» (Jueces 6, 12)

  • le dijo el Angel de Yahveh: «Toma la carne y las tortas ázimas, ponlas sobre esa roca y vierte el caldo.» Gedeón lo hizo así. (Jueces 6, 20)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina