Fondare 739 Risultati per: Palabra

  • Y dijo Lámek a sus mujeres: «Adá y Sillá, oíd mi voz; mujeres de Lámek, escuchad mi palabra: Yo maté a un hombre por una herida que me hizo y a un muchacho por un cardenal que recibí. (Génesis 4, 23)

  • Después de estos sucesos fue dirigida la palabra de Yahveh a Abram en visión, en estos términos: «No temas, Abram. Yo soy para ti un escudo. Tu premio será muy grande.» (Génesis 15, 1)

  • Mas he aquí que la palabra de Yahveh le dijo: «No te heredará ése, sino que te heredará uno que saldrá de tus entrañas.» (Génesis 15, 4)

  • Entonces se le acercó Judá y le dijo: «Con permiso, señor, tu siervo va a pronunciar una palabra a los oídos de mi señor, y que no se encienda tu ira contra tu siervo, pues tú eres como el mismo Faraón. (Génesis 44, 18)

  • La verdad es que tu siervo ha traído al muchacho de junto a su padre bajo palabra de que: "Si no te lo traigo, quedaré en falta para con mi padre a perpetuidad." (Génesis 44, 32)

  • Cuando yo me acueste con mis padres, me llevarás de Egipto y me sepultarás en el sepulcro de ellos.» Respondió: «Yo haré según tu palabra.» - (Génesis 47, 30)

  • Transcurridos los días de luto por él, habló José a la casa de Faraón en estos términos: «Si he hallado gracia a vuestros ojos, por favor, haced llegar a oídos de Faraón esta palabra: (Génesis 50, 4)

  • Dijo Moisés a Yahveh: «¡Por favor, Señor! Yo no he sido nunca hombre de palabra fácil, ni aun después de haber hablado tú con tu siervo; sino que soy torpe de boca y de lengua.» (Exodo 4, 10)

  • Respondió Moisés ante Yahveh: «Si los israelitas no escuchan: ¿cómo me va a escuchar Faraón, a mí que soy torpe de palabra?» (Exodo 6, 12)

  • Moisés respondió ante Yahveh: «Siendo yo torpe de palabra, ¿cómo me va a escuchar Faraón?» (Exodo 6, 30)

  • «Mañana», contestó el. Replicó Moisés: «Será conforme a tu palabra, para que sepas que no hay como Yahveh, nuestro Dios. (Exodo 8, 6)

  • Al día siguiente cumplió Yahveh su palabra y murió todo el ganado de los egipcios; mas del ganado de los israelitas no murió ni una sola cabeza. (Exodo 9, 6)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina