Fondare 67 Risultati per: Líbano
Por tus siervos insultas a Adonay y dices: "Con mis muchos carros subo a las cumbres de los montes, a las laderas del Líbano, derribo la altura de sus cedros, la flor de sus cipreses, alcanzo el postrer de sus refugios su jardín del bosque. (Isaías 37, 24)
El Líbano no basta para la quema, ni sus animales para holocausto. (Isaías 40, 16)
La gloria del Líbano vendrá a ti, el ciprés, el olmo y el boj a una, a embellecer mi Lugar Santo y honrar el lugar donde mis pies reposan. (Isaías 60, 13)
¿Faltará acaso de la peña excelsa la nieve del Líbano? ¿o se agotarán las aguas crecidas, frescas, corrientes? (Jeremías 18, 14)
Pues así dice Yahveh respecto a la casa real de Judá: Galaad eras tú para mí, cumbre del Líbano: pero ¡vaya si te trocaré en desierto, en ciudades deshabitadas! (Jeremías 22, 6)
Sube al Líbano y clama, por Basán da voces y clama desde Abarim, porque han sido quebrantados todos tus amantes. (Jeremías 22, 20)
Tú, que te asentabas en el Líbano, que anidabas en los cedros, ¡cómo suspirarás, en viniéndote los dolores, el trance como de parturienta! (Jeremías 22, 23)
Dirás: Así dice el Señor Yahveh: El águila grande, de grandes alas, de enorme envergadura, de espeso plumaje abigarrado, vino al Líbano y cortó la cima del cedro; (Ezequiel 17, 3)
Con cipreses de Senir te construyeron todas tus planchas. Del Líbano tomaron un cedro para erigirte un mástil. (Ezequiel 27, 5)
Mira: a un cedro del Líbano de espléndido ramaje, de fronda de amplia sombra y de elevada talla. Entre las nubes despuntaba su copa. (Ezequiel 31, 3)
Así dice el Señor Yahveh: El día que bajó al seol, en señal de duelo yo cerré sobre él el abismo, detuve sus ríos, y las aguas abundantes cesaron; por causa de él llené de sombra el Líbano, y todos los árboles del campo se amustiaron por él. (Ezequiel 31, 15)
Hice temblar a las naciones por el estrépito de su caída, cuando le precipité en el seol, con los que bajan a la fosa. En los infiernos se consolaron todos los árboles de Edén, lo más selecto y más bello del Líbano, regados todos por las aguas. (Ezequiel 31, 16)