Fondare 1172 Risultati per: Gedeón y los 300 hombres

  • vieron los hijos de Dios que las hijas de los hombres les venían bien, y tomaron por mujeres a las que preferían de entre todas ellas. (Génesis 6, 2)

  • Los nefilim existían en la tierra por aquel entonces (y también después), cuando los hijos de Dios se unían a las hijas de los hombres y ellas les daban hijos: estos fueron los héroes de la antigüedad, hombres famosos. (Génesis 6, 4)

  • Y Faraón ordenó a unos cuantos hombres que le despidieran a él, a su mujer y todo lo suyo. (Génesis 12, 20)

  • Nada en absoluto, salvo lo que han comido los mozos y la parte de los hombres que fueron conmigo: Aner, Eskol y Mambré. Ellos que tomen su parte.» (Génesis 14, 24)

  • Levantáronse de allí aquellos hombres y tomaron hacia Sodoma, y Abraham les acompañaba de despedida. (Génesis 18, 16)

  • No bien se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los sodomitas, rodearon la casa desde el mozo hasta el viejo, todo el pueblo sin excepción. (Génesis 19, 4)

  • Llamaron a voces a Lot y le dijeron: «¿Dónde están los hombres que han venido donde ti esta noche? Sácalos, para que abusemos de ellos.» (Génesis 19, 5)

  • Mirad, aquí tengo dos hijas que aún no han conocido varón. Os las sacaré y haced con ellas como bien os parezca; pero a estos hombres no les hagáis nada, que para eso han venido al amparo de mi techo.» (Génesis 19, 8)

  • Pero los hombres alargaron las manos, tiraron de Lot hacia sí, adentro de la casa, cerraron la puerta, (Génesis 19, 10)

  • y a los hombres que estaban a la entrada de la casa les dejaron deslumbrados desde el chico hasta el grande, y mal se vieron para encontrar la entrada. (Génesis 19, 11)

  • Los hombres dijeron a Lot: «¿A quién más tienes aquí? Saca de este lugar a tus hijos e hijas y a quienquiera que tengas en la ciudad, (Génesis 19, 12)

  • Y como él remoloneaba, los hombres le asieron de la mano lo mismo que a su mujer y a sus dos hijas por compasión de Yahveh hacia él, y sacándole le dejaron fuera de la ciudad. (Génesis 19, 16)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina