Fondare 100 Risultati per: Cayó
Preparó Trifón toda su caballería para ir, pero aquella noche cayó tal cantidad de nieve que le impidió acudir allá. Partió de allí y se fue a la región de Galaad. (I Macabeos 13, 22)
Entonces cayó herido Judas, el hermano de Juan. Pero Juan los persiguió hasta que Cendebeo entró en Cedrón que él había construido. (I Macabeos 16, 9)
El mismo Timoteo cayó en manos de los hombres de Dositeo y Sosípatro; les instaba con mucha palabrería que le dejaran ir salvo, pues alegaba tener en su poder a parientes entre los cuales había hermanos de muchos de ellos, de cuya vida nadie se cuidaría. (II Macabeos 12, 24)
Incluso cuando cayó sobre ellos la ira terrible de animales feroces, cuando por mordeduras de sinuosas serpientes perecían, no persistió tu cólera hasta el fin. (Sabiduría 16, 5)
Cayó de golpe sobre la nación hostil, y en la bajada aniquiló a los adversarios, para que conocieran las naciones la fuerza de sus armas, porque era frente al Señor la guerra de ellas. (Eclesiástico 46, 6)
Pues bien: por ahí vienen jinetes, troncos de caballos.» Replicó y dijo: «¡Cayó, cayó Babilonia, y todas las estatuas de sus dioses se han estrellado contra el suelo!» (Isaías 21, 9)
Entonces cayó la defensa de Judá. Contemplasteis aquel día el arsenal de la Casa del Bosque. (Isaías 22, 8)
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. El profeta Isaías, hijo de Amós, vino a decirle: «Así habla Yahveh: Haz testamento, porque muerto eres y no vivirás.» (Isaías 38, 1)
De pronto cayó Babilonia y se rompió. Ululad por ella, tomad bálsamo para su sufrimiento, a ver si sana. (Jeremías 51, 8)
Entonces el rey Nabucodonosor cayó rostro en tierra, se postró ante Daniel, y ordenó que se le ofreciera oblación y calmante aroma. (Daniel 2, 46)
Aún estaban estas palabras en la boca del rey, cuando una voz cayó del cielo: «¡A ti se te habla, rey Nabucodonosor! La realeza se te ha ido. (Daniel 4, 28)
Luego se dijeron unos a otros: «Ea, echemos a suertes para saber por culpa de quién nos ha venido este mal.» Echaron a suertes, y la suerte cayó en Jonás. (Jonás 1, 7)