Fondare 219 Risultati per: Aquellos
Pero aquéllos no pueden compararse a ninguna de estas cosas, ni en presencia, ni en potentia. (Baruc 6, 62)
Y vuestros supervivientes se acordarán de mí, entre las naciones adonde hayan sido deportados, aquellos a quienes yo haya quebrantado el corazón adúltero que se apartó de mí y los ojos que se prostituyeron detrás de sus basuras. Tendrán horror de sí mismos por las maldades que cometieron con todas sus abominaciones. (Ezequiel 6, 9)
En cuanto a aquellos cuyo corazón va en pos de sus monstruos y abominaciones, yo haré recaer su conducta sobre su cabeza, oráculo del Señor Yahveh.» (Ezequiel 11, 21)
a fin de prender a la casa de Israel en su corazón, a aquellos que se han alejado de mí a causa de todas sus basuras. (Ezequiel 14, 5)
Les otorgó sus favores - eran todos ellos la flor de los asirios - y, con todos aquellos de los que se había enamorado, se contaminó al contacto de todas sus basuras. (Ezequiel 23, 7)
y se enamoraba de aquellos disolutos de carne de asnos y miembros de caballos. (Ezequiel 23, 20)
Porque así dice el Señor Yahveh: He aquí que yo te entrego en manos de los que detestas, en manos de aquellos de los que te has apartado. (Ezequiel 23, 28)
No yacen con los héroes caídos de antaño, aquellos que bajaron al seol con sus armas de guerra, a los que se les ha puesto la espada bajo su cabeza y los escudos sobre sus huesos, porque el pánico de los héroes cundía en la tierra de los vivos. (Ezequiel 32, 27)
a los sacerdotes consagrados, aquellos de entre los hijos de Sadoq que cumplieron mi ministerio, y que no se descarriaron al descarriarse los israelitas, como se descarriaron los levitas, (Ezequiel 48, 11)
Entonces se dijeron aquellos hombres: «No encontraremos ningún motivo de acusación contra este Daniel si no es en materia de la ley de su Dios.» (Daniel 6, 6)
Aquellos hombres vinieron atropelladamente y sorprendieron a Daniel invocando y suplicando a su Dios. (Daniel 6, 12)
Pero aquellos hombres volvieron atropelladamente ante el rey y le dijeron: «Ya sabes, oh rey, que según la ley de los medos y los persas ninguna prohibición o edicto dado por el rey puede ser modificado.» (Daniel 6, 16)