Fondare 386 Risultati per: viaje en el desierto

  • Pero ¿por qué tendremos que morir ante tus propios ojos, nosotros y nuestras tierras? Aduéñate de nosotros y de nuestras tierras a cambio de pan. Así el Faraón será dueño de nosotros y de nuestras tierras. Danos solamente semilla para que podamos sobrevivir. De lo contrario, nosotros moriremos, y el suelo se convertirá en un desierto". (Génesis 47, 19)

  • Moisés, que apacentaba las ovejas de su suegro Jetró, el sacerdote de Madián, llevó una vez el rebaño más allá del desierto y llegó a la montaña de Dios, al Horeb. (Exodo 3, 1)

  • Ellos te escucharán, y tú irás a presentarte ante el rey de Egipto, junto con los ancianos de Israel. Entonces le dirás: ‘El Señor, el Dios de los hebreos, vino a nuestro encuentro. Y ahora tenemos que realizar una marcha de tres días por el desierto, para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios’. (Exodo 3, 18)

  • Mientras tanto, el Señor había dicho a Aarón: "Ve al desierto para encontrarte con Moisés". Aarón partió, y cuando lo encontró en la montaña de Dios, lo besó. (Exodo 4, 27)

  • Inmediatamente, Moisés y Aarón fueron a decir al Faraón: "Así habla el Señor, el Dios de Israel: Deja partir a mi pueblo, para que celebre en el desierto una fiesta en mi honor". (Exodo 5, 1)

  • Ellos dijeron: "El Dios de los hebreos vino a nuestro encuentro, y ahora tenemos que realizar una marcha de tres días por el desierto, para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios. De lo contrario él nos castigará con la peste o la espada". (Exodo 5, 3)

  • y háblale en estos términos: ‘El Señor, el Dios de los hebreos, me envió a decirte: Deja que mi pueblo vaya a rendirme culto en el desierto. Pero tú no has querido obedecer. (Exodo 7, 16)

  • Haremos una marcha de tres días por el desierto, y allí ofreceremos sacrificios al Señor, nuestro Dios, conforme a lo que él nos diga". (Exodo 8, 23)

  • El Faraón dijo: "Les permitiré que vayan a ofrecer sacrificios al Señor, su Dios, en el desierto, con tal de que no se alejen demasiado. De paso, rueguen por mí". (Exodo 8, 24)

  • Por eso les hizo dar un rodeo, y los llevó hacia el Mar Rojo por el camino del desierto. Al salir de Egipto, los israelitas iban muy bien equipados. (Exodo 13, 18)

  • Después que partieron de Sucot, acamparon en Etám, al borde del desierto. (Exodo 13, 20)

  • Así el Faraón creerá que ustedes vagan sin rumbo por el país y que el desierto les cierra el paso. (Exodo 14, 3)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina