Fondare 64 Risultati per: subieron

  • Los filisteos se reunieron para combatir contra Israel: tenían tres mil carros, seis mil guerreros y una tropa numerosa como la arena que está a la orilla del mar. Luego subieron y acamparon en Micmás, al este de Bet Aven. (I Samuel 13, 5)

  • Unos hombres de Zif subieron a Guibeá, donde estaba Saúl, y le dijeron: "David está escondido entre nosotros, en los refugios de Jorsa, sobre la colina de Jaquilá, al sur de la estepa. (I Samuel 23, 19)

  • Entonces David dijo a sus hombres: "Que cada uno se ciña su espada". Ellos se ciñeron cada uno su espada, y también David se ciñó la suya. Luego, unos cuatrocientos hombres subieron detrás de David, y los otros doscientos se quedaron con el equipaje. (I Samuel 25, 13)

  • David y sus hombres se levantaron bien temprano, para partir de madrugada y regresar al país de los filisteos. Estos, por su parte, subieron a Izreel. (I Samuel 29, 11)

  • Cuando los filisteos oyeron que habían ungido a David rey de Israel, subieron todos para atacarlo. David se enteró y bajó al refugio. (II Samuel 5, 17)

  • Luego los filisteos subieron una vez más, y se desplegaron por el valle de Refaím. (II Samuel 5, 22)

  • Así, David y toda la casa de Israel subieron el Arca del Señor en medio de aclamaciones y al sonido de trompetas. (II Samuel 6, 15)

  • y subieron el Arca del Señor, con la Carpa del Encuentro y todos los objetos sagrados que había en la Carpa. Los que trasladaron todo eso fueron los sacerdotes y los levitas. (I Reyes 8, 4)

  • Omrí y todo Israel con él subieron de Guibetón y sitiaron a Tirsá. (I Reyes 16, 17)

  • El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, subieron a Ramot de Galaad. (I Reyes 22, 29)

  • Entonces Resín, rey de Arám, y Pécaj, hijo de Remalías, rey de Israel, subieron a combatir contra Jerusalén. Asediaron a Ajaz, pero no pudieron entrar en combate. (II Reyes 16, 5)

  • Desde Laquis, el rey de Asiria envió a Jerusalén, donde estaba Ezequías, al general en jefe, al jefe de los eunucos y al copero mayor, acompañados de una fuerte escolta. Ellos subieron y, al llegar a Jerusalén, se apostaron junto al canal de la piscina superior, sobre la senda del campo del Tintorero. (II Reyes 18, 17)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina