Fondare 408 Risultati per: soldados de saul
Estos tenían bajo su mando un ejército de trescientos siete mil quinientos soldados, capacitados para ayudar valientemente al rey contra sus enemigos. (II Crónicas 26, 13)
Los soldados abandonaron a los prisioneros y el botín delante de los jefes y de toda la asamblea, (II Crónicas 28, 14)
"Así habla el gran rey, el señor de toda la tierra: Al salir de mi presencia, tomarás contigo hombres de reconocido valor -unos ciento veinte mil soldados de infantería y un contingente de doce mil caballos con sus jinetes- (Judit 2, 5)
Intímalos a que se sometan totalmente, porque en mi indignación voy a marchar contra ellos; cubriré toda la superficie de la tierra con los pies de mis soldados y se la entregaré al saqueo: (Judit 2, 7)
Reclutó para la campaña unos ciento veinte mil soldados escogidos y doce mil arqueros de a caballo, como se lo había ordenado su señor, (Judit 2, 15)
Holofernes avanzó con todo su ejército, para preceder al rey Nabucodonosor y cubrir toda la superficie de la tierra, hacia Occidente, con sus carros de guerra, sus jinetes y sus soldados escogidos. (Judit 2, 19)
Desde allí, Holofernes penetró en la región montañosa con todo su ejército de soldados, jinetes y carros de guerra. (Judit 2, 22)
Y aquel mismo día, todos sus guerreros levantaron el campamento. Su ejército se componía de ciento setenta mil soldados de infantería, y de doce mil jinetes, sin contar los encargados del equipaje y los hombres de a pie que los acompañaban: era un inmensa multitud. (Judit 7, 2)
Todo el ejército asirio -los soldados, los carros de guerra y los jinetes- mantuvieron el cerco durante treinta y cuatro días. A todos los habitantes de Betulia se les agotaron las reservas de agua (Judit 7, 20)
Mira que los asirios, colmados de poderío, se glorían de sus caballos y sus jinetes, se enorgullecen del vigor de sus soldados, confían en sus escudos y sus lanzas, en sus arcos y sus hondas, y no reconocen que tú eres el Señor, el que pone fin a las guerras. (Judit 9, 7)
Del maestro de coro. De David, el servidor del Señor, que dirigió al Señor las palabras de este canto, cuando él lo libró de todos sus enemigos y de las manos de Saúl. (Salmos 18, 1)
Cuando el edomita Doeg vino a avisar a Saúl, diciéndole: "David ha entrado en casa de Ajimélec". (Salmos 52, 2)