Fondare 4188 Risultati per: ser

  • Servidores, traten a sus señores con el debido respeto, no solamente a los buenos y comprensivos, sino también a los malos. (I Pedro 2, 18)

  • sino la actitud interior del corazón, el adorno incorruptible de un espíritu dulce y sereno. Esto es lo que vale a los ojos de Dios. (I Pedro 3, 4)

  • como por ejemplo, Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ahora ustedes han llegado a ser sus hijas, haciendo el bien y no dejándose inquietar por ninguna clase de temor. (I Pedro 3, 6)

  • Los maridos, a su vez, comprendan que deben compartir su vida con un ser más débil, como es la mujer: trátenla con el respeto debido a coherederas de la gracia que da la Vida. De esa manera, nada será obstáculo para la oración. (I Pedro 3, 7)

  • En fin, vivan todos unidos, compartan las preocupaciones de los demás, ámense como hermanos, sean misericordiosos y humildes. (I Pedro 3, 8)

  • Pongan al servicio de los demás los dones que han recibido, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. (I Pedro 4, 10)

  • Pero si sufre por ser cristiano, que no se avergüence y glorifique a Dios por llevar ese nombre. (I Pedro 4, 16)

  • Porque ha llegado el tiempo en que comenzará el juicio, empezando por la casa de Dios. Ahora bien, si el juicio comienza por nosotros, ¿cuál será la suerte de los que se niegan a creer en la Buena Noticia de Dios? (I Pedro 4, 17)

  • Exhorto a los presbíteros que están entre ustedes, siendo yo presbítero como ellos y testigo de los sufrimientos de Cristo y copartícipe de la gloria que va a ser revelada. (I Pedro 5, 1)

  • Simón Pedro, servidor y Apóstol de Jesucristo, saluda a todos aquellos que, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, han recibido una fe tan preciosa como la nuestra. (II Pedro 1, 1)

  • Muchos imitarán su desenfreno, y por causa de ellos, el camino de la verdad será objeto de blasfemias. (II Pedro 2, 2)

  • Porque Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los precipitó en el infierno y los sumergió en el abismo de las tinieblas, donde están reservados para el Juicio. (II Pedro 2, 4)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina