Fondare 88 Risultati per: sentado

  • Sólo uno es sabio, temible en extremo: el Señor, que está sentado en su trono. (Eclesiástico 1, 8)

  • ¿Estás sentado a la mesa de un grande? No digas, relamiéndote los labios: "¡Cuántas cosas hay aquí!". (Eclesiástico 31, 12)

  • Si estás sentado entre muchos comensales, no extiendas tu mano antes que los demás. (Eclesiástico 31, 18)

  • Lo mismo pasa con el herrero, sentado junto al yunque, con la atención fija en el hierro que forja: el vaho del fuego derrite su carne y él se debate con el calor de la fragua; el ruido del martillo ensordece sus oídos y sus ojos están fijos en el modelo del objeto; pone todo su empeño en acabar sus obras y se desvela por dejarlas bien terminadas. (Eclesiástico 38, 28)

  • Lo mismo pasa con el alfarero, sentado junto a su obra, mientras hace girar el torno con sus pies: está concentrado exclusivamente en su tarea y apremiado por completar la cantidad; (Eclesiástico 38, 29)

  • Desde el que está sentado en un trono glorioso hasta el humillado en el polvo y la ceniza; (Eclesiástico 40, 3)

  • El año de la muerte del rey Ozías, yo vi al Señor sentado en un trono elevado y excelso, y las orlas de su manto llenaban el Templo. (Isaías 6, 1)

  • Él está sentado sobre la cúpula de la tierra, donde los habitantes son como langostas. Él extiende los cielos como un tul, los despliega como una carpa para habitar en ellos. (Isaías 40, 22)

  • El rey estaba sentado en la sala de invierno -era entonces el noveno mes- y había ante él un brasero encendido. (Jeremías 36, 22)

  • Ebed Mélec, el cusita, un eunuco de la casa del rey, se enteró de que habían puesto a Jeremías en el aljibe. Mientras el rey estaba sentado a la puerta de Benjamín, (Jeremías 38, 7)

  • En cuanto a ti, hijo de hombre, no les temas ni tengas miedo de lo que digan, porque estás entre cardos y espinas, y sentado sobre escorpiones; no tengas miedo de lo que digan ni te acobardes delante de ellos, porque son un pueblo rebelde. (Ezequiel 2, 6)

  • El sexto año, el quinto día del sexto mes, mientras yo estaba sentado en mi casa y los ancianos de Judá estaban sentados delante de mí, descendió sobre mí la mano del Señor. (Ezequiel 8, 1)


“Comunguemos com santo temor e com grande amor.” São Padre Pio de Pietrelcina