Fondare 103 Risultati per: seis

  • Seis veces te librará de la angustia, y la séptima, el mal no te alcanzará. (Job 5, 19)

  • El Señor bendijo los últimos años de Job mucho más que los primeros. El llegó a poseer catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas. (Job 42, 12)

  • Matatías murió el año ciento cuarenta y seis y fue sepultado en Modín, en el sepulcro de sus padres. Todo Israel hizo un gran duelo por él. (I Macabeos 2, 70)

  • Mientras tanto, Judas Macabeo y sus compañeros, entraban clandestinamente en los pueblos, convocaban a sus familiares y, atrayendo a los que se mantenían fieles al Judaísmo, lograron reunir seis mil hombres. (II Macabeos 8, 1)

  • Cuando el Macabeo reunió a sus seguidores, unos seis mil en total, los exhortó a que no se dejaran acobardar por los enemigos ni se amedrentaran ante la inmensa multitud de gente que venía a atacarlos injustamente. Los animó asimismo a que lucharan con entusiasmo, (II Macabeos 8, 16)

  • Hay seis cosas que detesta el Señor, y siete que son para él una abominación: (Proverbios 6, 16)

  • Unos serafines estaban de pie por encima de él. Cada uno tenía seis alas: con dos se cubrían el rostro, y con dos se cubrían los pies, y con dos volaban. (Isaías 6, 2)

  • "Al cabo de cada siete años, cada uno de ustedes dejará libre a su hermano, al hebreo que se haya vendido a ti: él te servirá seis años, y después lo dejarás en libertad". Pero sus padres no escucharon ni inclinaron sus oídos. (Jeremías 34, 14)

  • En lo que respecta a las columnas, la altura de una columna era de nueve metros; un hilo de seis metros medía su circunferencia; su espesor era de cuatro dedos, y era hueca por dentro. (Jeremías 52, 21)

  • Había noventa y seis granadas que sobresalían en relieve, y las granadas eran cien en total, alrededor de toda la red. (Jeremías 52, 23)

  • Entonces llegaron seis hombres del lado de la puerta superior que mira hacia el norte, cada uno con su instrumento de destrucción en la mano. En medio de ellos había un hombre vestido de lino, con la cartera de escriba en la cintura. Todos entraron y se detuvieron delante del altar de bronce. (Ezequiel 9, 2)

  • Allí había un muro, que rodeaba toda la parte exterior de la Casa. La vara de medir que el hombre tenía en la mano era de seis codos, a razón de codo y palmo, es decir, de medio metro por cada codo. El hombre midió el espesor y la altura de la construcción, y ambos medían una vara. (Ezequiel 40, 5)


“Onde há mais sacrifício, há mais generosidade.” São Padre Pio de Pietrelcina