Fondare 479 Risultati per: segundo libro de Samuel

  • En aquel tiempo, se alzará Miguel, el gran Príncipe, que está de pie junto a los hijos de tu pueblo. Será un tiempo de tribulación, como no lo hubo jamás, desde que existe una nación hasta el tiempo presente. En aquel tiempo, será liberado tu pueblo: todo el que se encuentre inscrito en el Libro. (Daniel 12, 1)

  • En cuanto a ti, Daniel, oculta estas palabras y sella el Libro hasta el tiempo del Fin. Muchos buscarán aquí y allí, y aumentará el conocimiento". (Daniel 12, 4)

  • Oráculo sobre Nínive. Libro de la visión de Nahúm de Elcós. (Nahún 1, 1)

  • En el segundo año del rey Darío, el primer día del sexto mes, la palabra del Señor fue dirigida, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Iehosadac, el Sumo Sacerdote, en estos términos: (Ageo 1, 1)

  • Era el día veinticuatro del sexto mes, del segundo año del rey Darío. (Ageo 1, 15)

  • El día veinticuatro del noveno mes, el segundo año de Darío, la palabra del Señor llegó al profeta Ageo, en estos términos: (Ageo 2, 10)

  • En el octavo mes del segundo año de Darío, la palabra del Señor llegó al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Idó, en estos términos: (Zacarías 1, 1)

  • El vigésimo cuarto día del undécimo mes, que es el mes de Sebat, en el segundo año de Darío, la palabra del Señor fue dirigida al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Idó, en estos términos: (Zacarías 1, 7)

  • El primer carro era tirado por caballos rojos; el segundo por caballos negros; (Zacarías 6, 2)

  • Después quebré mi segundo bastón "Vínculo", para romper la fraternidad entre Judá e Israel. (Zacarías 11, 14)

  • Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero. (Mateo 6, 24)

  • Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: "Voy, Señor", pero no fue. (Mateo 21, 30)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina