Fondare 313 Risultati per: sabiduría divina

  • Es preferible el hombre que disimula su necedad al que oculta su sabiduría. (Eclesiástico 41, 15)

  • Él dispuso ordenadamente las grandes obras de su sabiduría, porque existe desde siempre y para siempre; nada ha sido añadido, nada ha sido quitado, y él no tuvo necesidad de ningún consejero. (Eclesiástico 42, 21)

  • El Señor ha hecho todas las cosas y a los hombres buenos les dio la sabiduría. (Eclesiástico 43, 33)

  • Los pueblos proclaman su sabiduría, y la asamblea anuncia su alabanza. (Eclesiástico 44, 15)

  • Que el Señor ponga sabiduría en sus corazones para juzgar a su pueblo con justicia, a fin de que no desaparezca su felicidad ni su gloria por todas las generaciones. (Eclesiástico 45, 26)

  • Una instrucción de sabiduría y de ciencia es la que dejó grabada en este libro Jesús, hijo de Sirá, hijo de Eleazar, de Jerusalén, que derramó como lluvia la sabiduría de su corazón. (Eclesiástico 50, 27)

  • En mi juventud, antes de andar por el mundo, busqué abiertamente la sabiduría en la oración; (Eclesiástico 51, 13)

  • Yo he progresado gracias a ella: al que me dio la sabiduría, le daré la gloria. (Eclesiástico 51, 17)

  • Lleven a cabo su obra antes del tiempo fijado, y él les dará la recompensa a su debido tiempo. Sabiduría de Jesús, hijo de Sirá.La Sabiduría, don del Señor (Eclesiástico 51, 30)

  • Porque él ha dicho: "Yo he obrado con la fuerza de mi mano, y con mi sabiduría, porque soy inteligente. He desplazado las fronteras de los pueblos y he saqueado sus reservas: como un héroe, he derribado a los que se sientan en tronos. (Isaías 10, 13)

  • Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor (Isaías 11, 2)

  • tú que decías en tu corazón: "Subiré a los cielos; por encima de las estrellas de Dios erigiré mi trono, me sentaré en la montaña de la asamblea divina, en los extremos del norte; (Isaías 14, 13)


“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina