Fondare 497 Risultati per: respeto a los padres

  • Que las mujeres escuchen la instrucción en silencio, con todo respeto. (I Timoteo 2, 11)

  • Pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, estos deben aprender primero a cumplir con sus deberes familiares y a ser agradecidos con sus padres, porque eso es lo que agrada a Dios. (I Timoteo 5, 4)

  • Que los esclavos consideren a sus dueños dignos de todo respeto, para que el nombre de Dios y su doctrina no sean objeto de blasfemia. (I Timoteo 6, 1)

  • Porque los hombres serán egoístas, amigos del dinero, jactanciosos, soberbios, difamadores, rebeldes con sus padres, desagradecidos, impíos, (II Timoteo 3, 2)

  • Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de los Profetas, en muchas ocasiones y de diversas maneras, (Hebreos 1, 1)

  • cuando sus padres me tentaron poniéndome a prueba, aunque habían visto mis obras (Hebreos 3, 9)

  • no como aquella que hice con sus padres el día en que los tomé de la mano para sacarlos de Egipto. Ya que ellos no permanecieron fieles a mi Alianza, yo me despreocupé de ellos -dice el Señor-. (Hebreos 8, 9)

  • Por la fe, Moisés, apenas nacido, fue ocultado por sus padres durante tres meses, porque vieron que el niño era hermoso, y no temieron el edicto del rey. (Hebreos 11, 23)

  • Después de todo, nuestros padres carnales nos corregían, y no por eso dejábamos de respetarlos. Con mayor razón, entonces, debemos someternos al Padre de nuestro espíritu, para poseer la Vida. (Hebreos 12, 9)

  • Porque nuestros padres sólo nos corrigen por un breve tiempo y de acuerdo con su criterio. Dios, en cambio, nos corrige para nuestro bien, a fin de comunicarnos su santidad. (Hebreos 12, 10)

  • Ustedes saben que fueron rescatados de la vana conducta heredada de sus padres, no con bienes corruptibles, como el oro y la plata, (I Pedro 1, 18)

  • Servidores, traten a sus señores con el debido respeto, no solamente a los buenos y comprensivos, sino también a los malos. (I Pedro 2, 18)


“Sigamos o caminho que nos conduz a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina