Fondare 39 Risultati per: rebeldes

  • Subiste a la altura llevando cautivos, recogiste dones entre los hombres -incluso entre los rebeldes- cuando te estableciste allí, Señor Dios. (Salmos 68, 19)

  • Tus príncipes son rebeldes y cómplices de ladrones; todos aman el soborno y corren detrás de los regalos; no hacen justicia al huérfano ni llega hasta ellos la causa de la viuda. (Isaías 1, 23)

  • Los rebeldes y pecadores serán destrozados juntamente y desaparecerán los que abandonan al Señor. (Isaías 1, 28)

  • ¡Ay de los hijos rebeldes -oráculo del Señor- que hacen planes sin contar conmigo, qu e concluyen pactos contrarios a mi espíritu, añadiendo así un pecado tras otro! (Isaías 30, 1)

  • ¡Recuerden esto, y compréndanlo bien; piénsenlo en su corazón, rebeldes! (Isaías 46, 8)

  • fuimos rebeldes y renegamos del Señor, dimos la espalda a nuestro Dios, hablamos de oprimir y traicionar, y urdimos palabras engañosas en el corazón. (Isaías 59, 13)

  • Tú vas al encuentro de los que practican la justicia y se acuerdan de tus caminos. Tú estás irritado, y nosotros hemos pecado, desde siempre fuimos rebeldes contra ti. (Isaías 64, 4)

  • Son todos rebeldes, calumniadores: bronce o hierro, todos están pervertidos. (Jeremías 6, 28)

  • Hemos sido infieles y rebeldes; ¡tú no has perdonado! (Lamentaciones 3, 42)

  • Él me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los israelitas, a un pueblo de rebeldes que se han rebelado contra mí; ellos y sus padres se han sublevado contra mí hasta el día de hoy. (Ezequiel 2, 3)

  • Por eso, así habla el Señor: Porque ustedes han sido más rebeldes que las naciones que los rodean y no han seguido mis preceptos, porque no han practicado mis leyes y ni siquiera han procedido según las costumbres de las naciones que los rodean, (Ezequiel 5, 7)

  • Excluiré de entre ustedes a los rebeldes y a los que me han sido infieles: a ellos los haré salir del país donde viven como extranjeros, pero no entrarán en la tierra de Israel, y así ustedes sabrán que yo soy el Señor. (Ezequiel 20, 38)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina