Fondare 74 Risultati per: palacio

  • lo nombró señor de su palacio y administrador de todos sus bienes, (Salmos 105, 21)

  • Que nuestros hijos sean como plantas, florecientes en plena juventud; que nuestras hijas se asemejen a columnas, esculpidas como las de un palacio. (Salmos 144, 12)

  • Cuando se disponía a entrar en el palacio de sus padres, el ejército apresó a Antíoco y a Lisias para hacerlos comparecer ante él. (I Macabeos 7, 2)

  • Este se refugió en su palacio, mientras la gente ocupaba las calles y comenzaba el ataque. (I Macabeos 11, 46)

  • Así habla el Señor de los ejércitos: "Ve a encontrarte con ese intendente, Sebná, el mayordomo de palacio, (Isaías 22, 15)

  • Eliaquím, hijo de Jilquías, el mayordomo de palacio, salió a su encuentro, con Sebná, el secretario, y Joaj, hijo de Asaf, el archivista. (Isaías 36, 3)

  • Eliaquím, hijo de Jilquías, el mayordomo de palacio, Sebná, el secretario, y Joaj, hijo de Asaf, el archivista, se presentaron ante Ezequías con sus vestiduras desgarradas, y lo informaron de las palabras del copero mayor. (Isaías 36, 22)

  • Además, envió al mayordomo de palacio Eliaquím, al secretario Sebná y a los sacerdotes más ancianos, todos cubiertos de sayales, para decir al profeta Isaías, hijo de Amós: (Isaías 37, 2)

  • Ezequías se alegró de esto, y mostró a los emisarios la sala del tesoro, la plata, el oro, los perfumes, el aceite precioso, su arsenal y todo lo que se encontraba en sus depósitos. De todo lo que había en su palacio y en sus dominios, no quedó nada que Ezequías no les hiciera ver. (Isaías 39, 2)

  • Y algunos de tus hijos, de los que han nacido de ti, que tú mismo habrás engendrado, serán tomados para que sirvan como eunucos en el palacio del rey de Babilonia". (Isaías 39, 7)

  • Así habla el Señor: Sí, yo cambiaré la suerte de las carpas de Jacob y tendré compasión de sus moradas; la ciudad será reconstruida sobre sus escombros y el palacio se levantará en su debido lugar. (Jeremías 30, 18)

  • De manera que vale más ser un rey que da prueba de su valentía, o un objeto útil en una casa, del que se sirve su dueño, que ser estos falsos dioses. O vale más ser la puerta de una casa, que asegura lo que hay en ella, o una columna de madera en un palacio real, que ser estos falsos dioses. (Baruc 6, 58)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina