Fondare 1606 Risultati per: no recibir en casa

  • Si un hombre consagra su casa al Señor, el sacerdote deberá tasarla. Sea alta o baja, se aceptará la tasación fijada por el sacerdote. (Levítico 27, 14)

  • Y si el que consagró su casa desea rescatarla, deberá añadir un quinto a la suma en que ha sido tasada, y así volverá a ser suya. (Levítico 27, 15)

  • Estos fueron los registrados por Moisés y Aarón, y por los jefes de Israel, que eran doce, uno por cada casa paterna. (Números 1, 44)

  • El jefe de la casa paterna de los gersonitas era Eliasaf, hijo de Lael. (Números 3, 24)

  • El jefe de la casa paterna de los clanes de los quehatitas era Elisafán, hijo de Oziel. (Números 3, 30)

  • El jefe de la casa paterna de los clanes de los meraritas era Suriel, hijo de Abijail. Estos acampaban al norte de la Morada. (Números 3, 35)

  • No sucede así con mi servidor Moisés: él es el hombre de confianza en toda mi casa. (Números 12, 7)

  • El Señor dijo a Aarón:Tú, tus hijos y tu casa paterna, cargarán con las faltas contra el Santuario; pero tú y tus hijos solamente cargarán con las faltas contra el ejercicio del sacerdocio. (Números 18, 1)

  • También será para ti lo que se toma de las ofrendas de los israelitas para ser ofrecido con el gesto de presentación. Yo te lo doy, a ti, a tus hijos y a tus hijas, como un derecho irrevocable: podrán comerlo todos los miembros de tu casa que sean puros. (Números 18, 11)

  • Las primicias de los productos de la tierra, que ellos ofrecen al Señor, serán para ti: podrán comerlas todos los miembros de tu casa que sean puros. (Números 18, 13)

  • Pero Balaam respondió a los servidores de Balac: "Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podría transgredir, ni siquiera en lo más mínimo, una orden del Señor, mi Dios. (Números 22, 18)

  • ‘Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podría transgredir una orden del Señor, haciendo algo por mi cuenta, ni bueno ni malo. Yo debo decir únicamente lo que dice el Señor’. (Números 24, 13)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina