Fondare 109 Risultati per: número

  • con las oblaciones y libaciones prescritas, según el número de novillos, de carneros y de corderos. (Números 29, 18)

  • con las oblaciones y libaciones prescritas, según el número de novillos, de carneros y de corderos. (Números 29, 21)

  • con las oblaciones y libaciones prescritas, según el número de novillos, de carneros y de corderos. (Números 29, 24)

  • con las oblaciones y libaciones prescritas, según el número de novillos, de carneros y de corderos. (Números 29, 27)

  • con las oblaciones y libaciones prescritas, según el número de novillos, de carneros, y de corderos. (Números 29, 30)

  • con las oblaciones y libaciones prescritas, según el número de novillos, de carneros y de corderos. (Números 29, 33)

  • con la oblación y las libaciones prescritas, según el número de novillos, de carneros y de corderos. (Números 29, 37)

  • Si este último merece ser apaleado, el juez lo obligará a tenderse en el suelo y lo hará castigar en su presencia, con un número de golpes proporcionado a su culpa. (Deuteronomio 25, 2)

  • Después de haber sido numeroso, como las estrellas del cielo, quedarás reducido a un pequeño número, por no haber escuchado la voz del Señor, tu Dios. (Deuteronomio 28, 62)

  • Cuando el Altísimo dio una herencia a cada nación, cuando distribuyó a los hombres, él fijó las fronteras de los pueblos según el número de los hijos de Dios. (Deuteronomio 32, 8)

  • y les dijo: "Vayan hasta el medio del Jordán, ante el Arca del Señor, su Dios, y cargue cada uno sobre sus espaldas una piedra, conforme al número de las tribus de Israel, (Josué 4, 5)

  • Los israelitas cumplieron la orden de Josué: retiraron doce piedras de en medio del Jordán, según el número de las tribus de Israel, como el Señor se lo había ordenado a Josué; las trasladaron hasta el lugar donde iban a pasar la noche, y las depositaron allí. (Josué 4, 8)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina