Fondare 75 Risultati per: mataron
La llevaron a empujones, y por el camino de la entrada de los Caballos llegó a la casa del rey; allí la mataron. (II Reyes 11, 16)
Luego, todo el pueblo del país se dirigió al templo de Baal, lo derribó y destrozó por completo sus altares y sus imágenes. Y a Matán, el sacerdote de Baal, lo mataron delante de los altares. El sacerdote estableció puestos de guardia en la Casa del Señor. (II Reyes 11, 18)
Un día, mientras estaba postrado en el templo de Nisroc, su dios, Adramélec y Sarecer, sus hijos, lo mataron con la espada, y se pusieron a salvo en el país de Ararat. Asarhadón, su hijo, reinó en lugar de él. (II Reyes 19, 37)
Los servidores de Amón conspiraron contra el rey y lo mataron en su casa. (II Reyes 21, 23)
Pero en el séptimo mes, Ismael, hijo de Natanías, hijo de Elisamá, que era de estirpe real, llegó con diez hombres, y ellos mataron a Godolías y a los judíos y caldeos que estaban con él en Mispá. (II Reyes 25, 25)
el hijo de Tájat, Zabad; el hijo de Zabad, Sutélaj. A otros dos hijos de Efraím -Ezer y Ebad- los mataron los hombres de Gat, nativos del país, porque habían bajado a apoderarse de sus ganados. (I Crónicas 7, 21)
Los filisteos persiguieron de cerca a Saúl y a sus hijos y mataron a Jonatán, Abinadab y Malquisúa, los hijos de Saúl. (I Crónicas 10, 2)
El rey Roboám envió a Adorám, el encargado del reclutamiento, pero los israelitas lo mataron a pedradas. Y el mismo rey Roboám tuvo que subir precipitadamente a su carro para huir a Jerusalén. (II Crónicas 10, 18)
Después buscó a Ocozías, y lo capturaron en Samaría, donde se había ocultado. Luego lo llevaron a la presencia de Jehú y lo mataron. Pero le dieron sepultura, porque decían: "Es el hijo de Josafat, el que buscó al Señor de todo corazón". En la familia de Ocozías no quedó nadie capaz de reinar. (II Crónicas 22, 9)
Pero Josebá, hija del rey, tomó a Joás, hijo de Ocozías, lo sacó de en medio de los hijos del rey que iban a ser masacrados, y lo puso con su nodriza en la sala que servía de dormitorio. Josebá, hija del rey Jorám, esposa del sacerdote Iehoiadá y hermana de Ocozías, lo ocultó a los ojos de Atalía y no lo mataron. (II Crónicas 22, 11)
La llevaron a empujones, y por la entrada de la puerta de los Caballos llegó a la casa del rey; allí la mataron. (II Crónicas 23, 15)
Luego, todo el pueblo se dirigió al templo de Baal, lo derribó y destrozó sus altares y sus imágenes. Y a Matán, el sacerdote de Baal, lo mataron delante de los altares. (II Crónicas 23, 17)