Fondare 94 Risultati per: hubo

  • Así fue humillado Moab bajo la mano de Israel, y hubo paz en el país durante ochenta años. (Jueces 3, 30)

  • ¡Que así desaparezcan todos tus enemigos, Señor, y los que te aman sean como el sol cuando despunta con toda su fuerza!". Y hubo paz en el país durante cuarenta años. (Jueces 5, 31)

  • Durante el tiempo de los Jueces hubo una gran sequía en el país, y un hombre de Belén de Judá emigró a los campos de Moab, con su mujer y sus dos hijos. (Rut 1, 1)

  • Las ciudades que los filisteos habían tomado a Israel fueron reconquistadas, desde Ecrón hasta Gat, e Israel libró su territorio del poder de los filisteos. También hubo paz entre Israel y los amorreos. (I Samuel 7, 14)

  • Hubo una larga guerra entre la casa de Saúl y la de David; y mientras la casa de David se iba fortaleciendo, la de Saúl se debilitaba cada vez más. (II Samuel 3, 1)

  • Allí el ejército de Israel cayó derrotado ante los servidores de David, y aquel día el desastre fue tan grande, que hubo veinte mil bajas. (II Samuel 18, 7)

  • En tiempos de David, hubo hambre durante tres años consecutivos. David consultó al Señor, y el Señor le respondió: "Esto se debe a Saúl y a esa casa sanguinaria, porque él dio muerte a los gabaonitas". (II Samuel 21, 1)

  • Después hubo un combate contra los filisteos en Gob. Fue entonces cuando Sibecai, el jusatita, mató a Saf, que era uno de los descendientes de Rafá. (II Samuel 21, 18)

  • Luego hubo otro combate contra los filisteos en Gob. Eljanán, hijo de Jaír, el de Belén, mató a Goliat, de Gat. El asta de la lanza de Goliat era gruesa como el palo grande de un telar. (II Samuel 21, 19)

  • También hubo un combate en Gat. Allí había un hombre de enorme estatura, que tenía seis dedos en cada mano y seis en cada pie, veinticuatro en total. También él era descendiente de Rafá. (II Samuel 21, 20)

  • Salomón respondió a todas sus preguntas: no hubo para el rey ninguna cuestión tan oscura que no se la pudiera explicar. (I Reyes 10, 3)

  • Cuando todo Israel se enteró de que había vuelto Jeroboám, lo mandaron llamar a la asamblea y lo proclamaron rey de todo Israel. No hubo nadie que siguiera a la casa de David, fuera de la tribu de Judá. (I Reyes 12, 20)


“Comunguemos com santo temor e com grande amor.” São Padre Pio de Pietrelcina