Fondare 1020 Risultati per: hizo

  • Allí, el centurión encontró un barco alejandrino que iba a zarpar rumbo a Italia, y nos hizo embarcar en él. (Hechos 27, 6)

  • Pablo recogió unas ramas secas y las echó al fuego. El calor hizo salir una serpiente que se enroscó en su mano. (Hechos 28, 3)

  • Lo que no podía hacer la Ley, reducida a la impotencia por la carne, Dios lo hizo, enviando a su propio Hijo, en una carne semejante a la del pecado, y como víctima por el pecado. Así él condenó el pecado en la carne, (Romanos 8, 3)

  • Porque les aseguro que Cristo se hizo servidor de los judíos para confirmar la fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas que él había hecho a nuestros padres, (Romanos 15, 8)

  • Porque no me atrevería a hablar sino de aquello que hizo Cristo por mi intermedio, para conducir a los paganos a la obediencia, mediante la palabra y la acción, (Romanos 15, 18)

  • Si la obra construida sobre el fundamento resiste la prueba, el que la hizo recibirá la recompensa; (I Corintios 3, 14)

  • Porque el mismo Dios que dijo: «Brille la luz en medio de las tinieblas», es el que hizo brillar su luz en nuestros corazones para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios, reflejada en el rostro de Cristo. (II Corintios 4, 6)

  • Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo que, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza. (II Corintios 8, 9)

  • En Damasco, el etnarca del rey Aretas hizo custodiar la ciudad para apoderarse de mí, (II Corintios 11, 32)

  • Porque el que constituyó a Pedro Apóstol de los judíos, me hizo también a mí Apóstol de los paganos. (Gálatas 2, 8)

  • Él nos hizo conocer el misterio de su voluntad, conforme al designio misericordioso que estableció de antemano en Cristo, (Efesios 1, 9)

  • que Dios manifestó en Cristo, cuando lo resucitó de entre los muertos y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, (Efesios 1, 20)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina