Fondare 145 Risultati per: culto judío

  • Ellos, en efecto, aseguraban el culto de su Dios y los ritos de purificación -lo mismo que los cantores y porteros- conforme a las órdenes de David y de su hijo Salomón. (Nehemías 12, 45)

  • Supe también que no se entregaban las porciones a los levitas, y que los levitas y cantores encargados del culto se habían refugiado cada uno en su campo. (Nehemías 13, 10)

  • Por todo esto, ¡acuérdate de mí, Dios mío, y no olvides las obras de piedad que realicé por la Casa de mi Dios y por su culto! (Nehemías 13, 14)

  • Hacía poco tiempo, en efecto, que ellos habían vuelto del cautiverio, y sólo recientemente se había congregado todo el pueblo de Judea y habían sido consagrados los objetos de culto, el altar y el Templo, antes profanados. (Judit 4, 3)

  • En la ciudadela de Susa había un judío llamado Mardoqueo, hijo de Jaír, hijo de Semei, hijo de Quis, un benjaminita (Ester 2, 5)

  • Y como todos los días le decían lo mismo, sin que él les hiciera caso, lo denunciaron a Amán, para ver si Mardoqueo hacía valer sus razones, porque les había dicho que él era judío. (Ester 3, 4)

  • Pero todo esto no significa nada para mí, mientras vea a ese judío Mardoqueo sentado en la puerta real". (Ester 5, 13)

  • Entonces el rey dijo a Amán: "Toma en seguida la vestidura y el caballo, tal como lo has indicado, y haz eso mismo con Mardoqueo, el judío que está sentado en la puerta real. No omitas nada de lo que has dicho". (Ester 6, 10)

  • El rey Asuero dijo entonces a la reina Ester y a Mardoqueo, el judío: "Ya ven que he dado a Ester todas las posesiones de Amán y que a él lo han colgado del patíbulo, por haber atentado contra los judíos. (Ester 8, 7)

  • La reina Ester, hija de Abijáil, y Mardoqueo, el judío, escribieron urgiendo el cumplimiento de esta segunda carta relativa a los "Purím". (Ester 9, 29)

  • para instituir estos días de los "Purím", en las fechas fijadas, como lo habían ordenado Mardoqueo, el judío, y la reina Ester, y como lo habían establecido para sí mismos y para sus descendientes, con algunas cláusulas sobre ayunos y lamentaciones. (Ester 9, 31)

  • Porque Mardoqueo, el judío, era el segundo después del rey Asuero. Los judíos lo consideraban un gran hombre y era amado por la multitud de sus hermanos; él procuraba el bienestar de su pueblo y promovía la felicidad de toda su estirpe. (Ester 10, 3)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina