Fondare 49 Risultati per: arrojó

  • Por eso, así habla el Señor: como a la leña de la vid, entre los árboles del bosque, la arrojé al fuego para que se consuma, así arrojo a los habitantes de Jerusalén. (Ezequiel 15, 6)

  • Pero ellos se rebelaron contra mí y no quisieron escucharme; ninguno arrojó las cosas abominables que atraían sus miradas y no abandonaron los ídolos de Egipto. Entonces yo pensé derramar mi furor y desahogar mi ira contra ellos en la tierra de Egipto. (Ezequiel 20, 8)

  • Lo vi avanzar hacia el carnero, hecho una furia contra él; lo golpeó y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tuvo fuerza para resistir ante él: lo arrojó por tierra y lo pisoteó, y no hubo nadie que librara al carnero de su poder. (Daniel 8, 7)

  • Entonces el Señor dio una orden al pez, y este arrojó a Jonás sobre la tierra firme. (Jonás 2, 11)

  • El ángel me dijo: "Esta es la Maldad". Luego la arrojó al interior del recipiente y arrojó la masa de plomo sobre la abertura. (Zacarías 5, 8)

  • El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: "Señor, dame un plazo y te pagaré todo". (Mateo 18, 26)

  • El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: "Dame un plazo y te pagaré la deuda". (Mateo 18, 29)

  • Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, (Marcos 5, 22)

  • El niño se estaba acercando, cuando el demonio lo arrojó al suelo y lo sacudió violentamente. Pero Jesús increpó al espíritu impuro, curó al niño y lo entregó a su padre. (Lucas 9, 42)

  • y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano. (Lucas 17, 16)

  • El Ángel pasó la hoz afilada sobre la tierra, cosechó la viña y arrojó los racimos en la inmensa cuba de la ira de Dios. (Apocalipsis 14, 19)

  • Y un Ángel poderoso tomó una piedra del tamaño de una rueda de molino y la arrojó al mar, diciendo: «Así, de golpe, será arrojada Babilonia, la gran Ciudad, y nunca más se la verá». (Apocalipsis 18, 21)


“O Santo Rosário é a arma daqueles que querem vencer todas as batalhas.” São Padre Pio de Pietrelcina