Fondare 434 Risultati per: agua viva

  • como quienes han sido engendrados de nuevo, no por un germen corruptible, sino incorruptible: la Palabra de Dios, viva y eterna. (I Pedro 1, 23)

  • Al acercarse a él, la piedra viva, rechazada por los hombres pero elegida y preciosa a los ojos de Dios, (I Pedro 2, 4)

  • a los que se resistieron a creer cuando Dios esperaba pacientemente, en los días en que Noé construía el arca. En ella, unos pocos -ocho en total- se salvaron a través del agua. (I Pedro 3, 20)

  • Me parece justo que los mantenga despiertos, recordándoles esto mientras yo viva en esta tienda de campaña, (II Pedro 1, 13)

  • Los que obran así son fuentes sin agua, nubes arrastradas por el huracán: a ellos les está reservada la densidad de las tinieblas. (II Pedro 2, 17)

  • Al afirmar esto, ellos no tienen en cuenta que hace mucho tiempo hubo un cielo, y también una tierra brotada del agua que tomó consistencia en medio de las aguas por la palabra de Dios. (II Pedro 3, 5)

  • Jesucristo vino por el agua y por la sangre; no solamente con el agua, sino con el agua y con la sangre. Y el Espíritu da testimonio porque el Espíritu es la verdad. (I Juan 5, 6)

  • el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres están de acuerdo. (I Juan 5, 8)

  • Ellos manchan las comidas fraternales, porque se dejan llevar de la glotonería sin ninguna vergüenza y sólo tratan de satisfacerse a sí mismos. Son nubes sin agua llevadas por el viento, árboles otoñales sin frutos, doblemente muertos y arrancados de raíz; (Judas 1, 12)

  • Porque el Cordero que está en medio del trono será su Pastor y los conducirá hacia los manantiales de agua viva. Y Dios secará toda lágrima de sus ojos». (Apocalipsis 7, 17)

  • La Serpiente vomitó detrás de la Mujer como un río de agua, para que la arrastrara. (Apocalipsis 12, 15)

  • ¡Ya está! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, yo le daré de beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida. (Apocalipsis 21, 6)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina