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Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. (Génesis 2, 21)
Por eso maldito seas lejos del suelo que abrió sus fauces para recibir la sangre de tu hermano derramada por ti. (Génesis 4, 11)
Lamec dijo a sus mujeres: "¡Adá y Silá, escuchen mi voz: mujeres de Lamec, oigan mi palabra! Yo maté a un hombre por una herida, y a un muchacho por una contusión. (Génesis 4, 23)
Esta es la historia de Noé. Noé era un hombre justo, irreprochable entre sus contemporáneos, y siguió siempre los caminos de Dios. (Génesis 6, 9)
Lleva siete parejas de todas las especies de animales puros y una pareja de los impuros, los machos con sus hembras (Génesis 7, 2)
-también siete parejas de todas las clases de pájaros- para perpetuar sus especies sobre la tierra. (Génesis 7, 3)
Entonces entró en el arca con sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos, para salvarse de las aguas del Diluvio. (Génesis 7, 7)
Ese mismo día, habían entrado en el arca Noé, sus hijos, Sem, Cam y Jafet, su mujer y las tres mujeres de sus hijos; (Génesis 7, 13)
Murió todo lo que tenía un aliento de vida en sus narices, todo lo que estaba sobre el suelo firme. (Génesis 7, 22)
Noé salió acompañado de sus hijos, de su mujer y de las mujeres de sus hijos. (Génesis 8, 18)
Entonces Dios bendijo a Noé y a sus hijos, diciéndoles: "Sean fecundos, multiplíquense y llenen la tierra. (Génesis 9, 1)
Y Dios siguió diciendo a Noé y a sus hijos: (Génesis 9, 8)