Fondare 133 Risultati per: Subió

  • El nivel de las aguas subió más de siete metros por encima de las montañas. (Génesis 7, 20)

  • Desde Egipto, Abrám subió al Négueb, llevando consigo a su esposa y todos sus bienes. También Lot iba con él. (Génesis 13, 1)

  • Lot salió de Soar y subió a la montaña, donde se radicó con sus dos hijas, porque tuvo miedo de quedarse en Soar. Allí se instaló con ellas en una caverna. (Génesis 19, 30)

  • De allí subió a Berseba, (Génesis 26, 23)

  • José hizo enganchar su carruaje y subió hasta allí para encontrarse con su padre Israel. Apenas este apareció ante él, José lo estrechó entre sus brazos, y lloró un largo rato, abrazado a su padre. (Génesis 46, 29)

  • Moisés subió a encontrarse con Dios. El Señor lo llamó desde la montaña y le dijo: "Habla en estos términos a la casa de Jacob y anuncia este mensaje a los israelitas: (Exodo 19, 3)

  • El Señor bajó a la montaña del Sinaí, a la cumbre de la montaña, y ordenó a Moisés que subiera a la cumbre. Moisés subió, (Exodo 19, 20)

  • Luego Moisés subió en compañía de Aarón, Nadab, Abihú y de setenta de los ancianos, (Exodo 24, 9)

  • Entonces Moisés se levantó junto con Josué, su ayudante, y subió a la montaña de Dios. (Exodo 24, 13)

  • Y luego subió a la montaña. La nube cubrió la montaña, (Exodo 24, 15)

  • Moisés entró en la nube y subió a la montaña. Allí permaneció cuarenta días y cuarenta noches. (Exodo 24, 18)

  • Moisés talló dos tablas de piedra iguales a las primeras, y a la madrugada del día siguiente subió a la montaña del Sinaí, como el Señor se lo había ordenado, llevando las dos tablas en sus manos. (Exodo 34, 4)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina