Fondare 148 Risultati per: Set

  • Moisés salió a comunicar al pueblo las palabras del Señor. Luego reunió a setenta hombres entre los ancianos del pueblo, y los hizo poner de pie alrededor de la Carpa. (Números 11, 24)

  • Entonces el Señor descendió en la nube y le habló a Moisés. Después tomó algo del espíritu que estaba sobre él y lo infundió a los setenta ancianos. Y apenas el espíritu se posó sobre ellos, comenzaron a hablar en éxtasis; pero después no volvieron a hacerlo. (Números 11, 25)

  • por la tribu de Aser, Setur, hijo de Miguel; (Números 13, 13)

  • Los muertos a causa de la plaga fueron catorce mil setecientos, sin contar los que ya habían muerto a causa de Coré. (Números 17, 14)

  • Lo veo, pero no ahora; lo contemplo, pero no de cerca: una estrella se alza desde Jacob, un cetro surge de Israel: golpea las sienes de Moab y el cráneo de todos los hijos de Set. (Números 24, 17)

  • El oro que los oficiales de los regimientos de mil y cien soldados ofrecieron como tributo al Señor, llegó a un total de dieciséis mil setecientos cincuenta siclos. (Números 31, 52)

  • Partieron de Mará y llegaron a Elím, donde hay doce fuentes y setenta palmeras, y allí acamparon. (Números 33, 9)

  • Porque cuando tus padres bajaron a Egipto, eran apenas setenta personas, y ahora el Señor te ha hecho numeroso como las estrellas del cielo. (Deuteronomio 10, 22)

  • después subía al oeste, hacia Maaralá, y llegaba hasta Dabéset y hasta el torrente que está frente a Iocneám. (Josué 19, 11)

  • Entonces Adoní Bézec exclamó: "Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y de sus pies cortados, recogían migajas debajo de mi mesa. Y ahora Dios me retribuye de acuerdo con lo que hice". Luego lo llevaron a Jerusalén, y allí murió. (Jueces 1, 7)

  • y él los entregó en manos de Iabín, rey de Canaán, que reinaba en Jasor. El jefe de su ejército era Sísara, que vivía en Jaróset Ha Goím. (Jueces 4, 2)

  • aquel reunió todos sus carros de guerra -novecientos carros de hierro- y a toda la gente de que disponía, y los condujo desde Jaróset Ha Goím hasta el torrente de Quisón. (Jueces 4, 13)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina