Fondare 201 Risultati per: Morada

  • ellos llevarán los tapices de la Morada, la Carpa del Encuentro y su toldo, el toldo de cuero fino que está sobre ella y el cortinado que está a la entrada de la Carpa del Encuentro; (Números 4, 25)

  • las cortinas del atrio, la cortina de la entrada del atrio que rodea la Morada y el altar, y también sus cuerdas y todos los accesorios que se emplean en su servicio: ellos se encargarán de hacer todo lo necesario. (Números 4, 26)

  • Ellos tendrán a su cargo, en la Carpa del Encuentro, todos los oficios relacionados con el traslado de los siguientes objetos: los bastidores de la Morada, con sus travesaños, columnas y bases; (Números 4, 31)

  • Luego recogerá agua consagrada en un recipiente de barro, y echará sobre el agua un poco de polvo, tomado del suelo de la Morada. (Números 5, 17)

  • Cuando Moisés terminó de erigir la Morada, la ungió y la consagró, junto con todo su mobiliario, y lo mismo hizo con el altar y sus utensilios. Y una vez que la ungió y la consagró, (Números 7, 1)

  • a presentar sus ofrendas delante del Señor, a saber, seis carros de carga y doce bueyes, un carro cada dos jefes y un buey por cada uno. Al presentarlos ante la Morada, (Números 7, 3)

  • El día en que se erigió la Morada -la Carpa del Testimonio- la nube la cubrió, y desde el anochecer hasta la mañana estuvo sobre ella con aspecto de fuego. (Números 9, 15)

  • Así sucedía siempre: la nube cubría la Morada y de noche tomaba el aspecto de fuego. (Números 9, 16)

  • Siempre que la nube se alzaba por encima de la Morada, los israelitas levantaban el campamento; y en el lugar donde se detenía la nube, allí acampaban. (Números 9, 17)

  • A una señal del Señor, levantaban el campamento; a otra señal del Señor, acampaban, y permanecían acampados mientras la nube se quedaba detenida sobre la Morada. (Números 9, 18)

  • Cuando la nube se detenía sobre la Morada varios días, los israelitas acataban la orden del Señor y no levantaban el campamento. (Números 9, 19)

  • Cuando la nube estaba sobre la Morada unos pocos días, permanecían acampados de acuerdo con la señal del Señor; y a una nueva señal del Señor, levantaban el campamento. (Números 9, 20)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina