Fondare 567 Risultati per: Ley

  • La Ley, en efecto -al no tener más que la sombra de los bienes futuros y no la misma realidad de las cosas- con los sacrificios repetidos año tras año en forma ininterrumpida, es incapaz de perfeccionar a aquellos que se acercan a Dios. (Hebreos 10, 1)

  • Entonces dije: Aquí estoy, yo vengo -como está escrito de mí en el libro de la Ley- para hacer, Dios, tu voluntad. (Hebreos 10, 7)

  • Él comienza diciendo: Tú no has querido ni has mirado con agrado los sacrificios, los holocaustos, ni los sacrificios expiatorios, a pesar de que están prescritos por la Ley. (Hebreos 10, 8)

  • Esta es la Alianza que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Yo pondré mis leyes en su corazón y las grabaré en su conciencia, (Hebreos 10, 16)

  • El que viola la Ley de Moisés, es condenado a muerte irremisiblemente por el testimonio de dos o tres testigos. (Hebreos 10, 28)

  • En cambio, el que considera atentamente la Ley perfecta, que nos hace libres, y se aficiona a ella, no como un oyente distraído, sino como un verdadero cumplidor de la Ley, será feliz al practicarla. (Santiago 1, 25)

  • Por lo tanto, si ustedes cumplen la Ley por excelencia que está en la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, proceden bien. (Santiago 2, 8)

  • Pero si hacen acepción de personas, cometen un pecado y son condenados por la Ley como transgresores. (Santiago 2, 9)

  • En efecto, aunque uno cumpla toda la Ley, si peca contra un solo precepto, quebranta toda la Ley. (Santiago 2, 10)

  • Porque el que ha dicho: No cometerás adulterio, dijo también: No matarás. Por lo tanto, si evitas el adulterio, pero cometes un homicidio, te haces transgresor de la Ley. (Santiago 2, 11)

  • Hablen y actúen como quienes deben ser juzgados por una Ley que nos hace libres. (Santiago 2, 12)

  • Hermanos, no hablen mal los unos de los otros. El que habla en contra de un hermano o lo condena, habla en contra de la Ley y la condena. Ahora bien, si tú condenas la Ley, no eres cumplidor de la Ley, sino juez de la misma. (Santiago 4, 11)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina