Fondare 340 Risultati per: Enemigos

  • Y en todas las tribus de Israel había discusiones entre el pueblo: "El rey, decían, nos libró de las manos de nuestros enemigos, nos liberó del poder de los filisteos, ¡y ahora ha tenido que huir del país a causa de Absalón! (II Samuel 19, 10)

  • David dirigió al Señor las palabras de este canto, cuando el Señor lo libró de todos sus enemigos y de la mano de Saúl. (II Samuel 22, 1)

  • Yo invoco al Señor, que es digno de alabanza, y quedo a salvo de mis enemigos. (II Samuel 22, 4)

  • Perseguí y alcancé a mis enemigos, no me volví hasta que fueron aniquilados; (II Samuel 22, 38)

  • pusiste en fuga a mis enemigos, y yo exterminé a mis adversarios. (II Samuel 22, 41)

  • Tú me liberas de mis enemigos, me haces triunfar de mis agresores y me libras del hombre violento. (II Samuel 22, 49)

  • y Dios le dijo: "Porque tú has pedido esto, y no has pedido para ti una larga vida, ni riqueza, ni la vida de tus enemigos, sino que has pedido el discernimiento necesario para juzgar con rectitud, (I Reyes 3, 11)

  • "Tú sabes bien que mi padre David no pudo construir una Casa para el Nombre del Señor, su Dios, a causa de las guerras en que se vio envuelto, hasta que el Señor puso a todos sus enemigos bajo la planta de sus pies. (I Reyes 5, 17)

  • si en el país de los enemigos que los hayan deportado se vuelven hacia ti de todo corazón y con toda el alma, si te suplican en dirección al país que diste a sus padres, a la ciudad que tú has elegido y a la Casa que yo edifiqué para tu Nombre, (I Reyes 8, 48)

  • perdona a tu pueblo los pecados que haya cometido contra ti y todas las rebeldías de las que se hizo culpable; concédeles que sus enemigos se compadezcan de ellos, (I Reyes 8, 50)

  • Sólo temerán al Señor, su Dios, y él los librará de la mano de todos sus enemigos". (II Reyes 17, 39)

  • Rechazaré al resto de mi herencia, los entregaré en manos de sus enemigos, y serán el botín y la presa de todos sus enemigos, (II Reyes 21, 14)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina