Fondare 237 Risultati per: Comer
Luego retiró la sartén y la vació delante de él, pero él se negó a comer, y ordenó: "¡Hagan salir a todos de mi presencia!". Cuando salieron todos, (II Samuel 13, 9)
Amnón dijo a Tamar: "Tráeme la comida a la habitación y dame tú misma de comer". Tamar tomó los buñuelos que había preparado y los llevó a la habitación donde estaba su hermano Amnón. (II Samuel 13, 10)
Adonías y los invitados que estaban con él oyeron el ruido cuando terminaban de comer. Joab, por su parte, al oír el sonido de la trompeta, preguntó: "¿A qué se debe ese tumulto en la ciudad?". (I Reyes 1, 41)
Entonces el profeta le dijo: "Ven conmigo a casa a comer algo". (I Reyes 13, 15)
Elías dijo a Ajab: "Sube a comer y a beber, porque ya se percibe el ruido de la lluvia". (I Reyes 18, 41)
Ajab subió a comer y a beber, mientras Elías subía a la cumbre del Carmelo. Allí se postró en tierra, con el rostro entre las rodillas. (I Reyes 18, 42)
Un día, Eliseo pasó por Sunám. Había allí una mujer pudiente, que le insistió para que se quedara a comer. Desde entonces, cada vez que pasaba, él iba a comer allí. (II Reyes 4, 8)
Luego sirvieron la comida a los hombres, pero apenas probaron el caldo, se pusieron a gritar: "¡La muerte está en esa olla, hombre de Dios!". Y no pudieron comer. (II Reyes 4, 40)
Pero el copero mayor les replicó: "¿Acaso mi señor me envió a decir estas cosas a tu señor y a ti? ¿No están dirigidas a esos hombres apostados sobre la muralla, que tendrán que comer sus excrementos y beber su orina, igual que ustedes?". (II Reyes 18, 27)
y el gobernador les prohibió comer de las ofrendas sagradas, hasta que un sacerdote consultara a Dios por medio del Urím y el Tumín. (Esdras 2, 63)
Esdras se alejó de la Casa de Dios y se dirigió a la habitación de Iojanán, hijo de Eliasib, donde pasó la noche sin comer ni beber, porque estaba afligido a causa de la traición de los repatriados. (Esdras 10, 6)
Había algunos que decían: "Tenemos que entregar en prenda a nuestros hijos y nuestras hijas para conseguir trigo con qué comer y vivir". (Nehemías 5, 2)