Fondare 333 Risultati per: Aarón

  • El Señor dijo a Moisés: "Yo hago de ti un dios para el Faraón, y Aarón, tu hermano, será tu profeta. (Exodo 7, 1)

  • Moisés y Aarón realizaron exactamente lo que el Señor les había ordenado. (Exodo 7, 6)

  • Cuando se entrevistaron con el Faraón, Moisés tenía ochenta años, y Aarón, ochenta y tres. (Exodo 7, 7)

  • El Señor dijo a Moisés y a Aarón: (Exodo 7, 8)

  • "Cuando el Faraón les pida que hagan un prodigio, tú le dirás a Aarón: ‘Toma tu cayado y arrójalo delante del Faraón; y el cayado se convertirá en una serpiente’". (Exodo 7, 9)

  • Moisés y Aarón se presentaron entonces ante el Faraón e hicieron todo lo que el Señor les había ordenado. Aarón arrojó su cayado delante del Faraón y de sus servidores, y el cayado se transformó en una serpiente. (Exodo 7, 10)

  • Cada uno arrojó su bastón, y estos se transformaron en serpientes; pero el de Aarón devoró a todos los demás. (Exodo 7, 12)

  • Luego el Señor dijo a Moisés: "Da esta orden a Aarón: ‘Toma tu bastón y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto -sobre sus ríos y sus canales, sus pantanos y todos sus depósitos de agua- y que estas se conviertan en sangre a lo largo de todo Egipto, incluso las que están en recipientes de madera y de piedra’". (Exodo 7, 19)

  • Moisés y Aarón hicieron lo que el Señor les había ordenado. Él levantó su bastón y golpeó las aguas del Nilo, a la vista del Faraón y de todos sus servidores. Y toda el agua del Nilo se convirtió en sangre. (Exodo 7, 20)

  • Luego el Señor dijo a Moisés: "Da esta orden a Aarón: ‘Extiende tu mano y tu bastón sobre los ríos, los canales y los pantanos, para que las ranas invadan el territorio de Egipto’". (Exodo 8, 1)

  • Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y las ranas subieron hasta cubrir el país. (Exodo 8, 2)

  • El Faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: "Rueguen al Señor que aleje las ranas de mí y de mis súbditos, y yo me comprometo a dejar que el pueblo vaya a ofrecer sacrificios al Señor". (Exodo 8, 4)


“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina