Fondare 43 Risultati per: torre de babel biblia

  • El sacerdote principal Eliasib y sus hermanos, los sacerdotes, se encargaron de construir la Puerta de las Ovejas. La hicieron, colocaron sus hojas y continuaron hasta la torre de Jananeel. (Nehemías 3, 1)

  • Malquías, hijo de Jarim, y Jasub, hijo de Pajat-Moab, repararon la parte siguiente, hasta la torre de los Hornos. (Nehemías 3, 11)

  • Luego Palal, hijo de Uzay, reparó enfrente del ángulo y de la torre superior que se destaca de la casa del rey, cerca del patio de la cárcel. Después de él Pedaías, hijo de Parós, (Nehemías 3, 25)

  • reparó hasta la Puerta de las Aguas, al oriente y hasta delante de la torre saliente. (Nehemías 3, 26)

  • A continuación los de Tecoa repararon otro sector frente a la torre grande saliente hasta el muro de Ofel. (Nehemías 3, 27)

  • El segundo coro marchaba por la izquierda; yo iba detrás con la mitad de los jefes del pueblo por encima de la muralla, pasando por la Torre de los Hornos, hasta la muralla ancha, (Nehemías 12, 38)

  • por encima de la Puerta de Efraím, la Puerta de Jesena, la puerta del Pescado, la Torre de Jananel, hasta la Puerta de las Ovejas, y nos detuvimos en la Puerta de la Cárcel. (Nehemías 12, 39)

  • Llévame a la roca muy alta para mí, pues tú eres mi refugio, una torre poderosa ante el enemigo. (Salmos 61, 4)

  • Los elefantes llevaban sobre sí una torre fuerte de madera, sujeta con un correaje; en esa torre había cuatro combatientes, además del conductor. (1 Macabeos 6, 37)

  • En aquellos días acampó Simón contra Gazer y la rodeó con su ejército. Construyó una torre móvil y la acercó a la ciudad, atacó una torre y la ocupó. (1 Macabeos 13, 43)

  • Entonces los que estaban en la torre móvil entraron en la ciudad, causando gran consternación. (1 Macabeos 13, 44)

  • Hay allí una torre de veinticinco metros de altura, llena de cenizas ardientes, provista de un dispositivo giratorio en la cúspide, en pendiente por todos los lados hacia la ceniza. (2 Macabeos 13, 5)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina