Fondare 85 Risultati per: rebaño
Pastores, lancen alaridos y griten, revuélquense en la tierra, dueños del rebaño, porque a ustedes les toca ir al matadero y ser ejecutados como carneros escogidos. (Jeremías 25, 34)
Escuchen los gritos de los pastores y los alaridos de los dueños del rebaño, porque Yavé ha destruido el pasto, (Jeremías 25, 36)
Que todas las naciones escuchen la palabra de Yavé; proclámenla en las islas lejanas: «El que dispersó a Israel, lo reunirá y lo cuidará como un pastor a su rebaño.» (Jeremías 31, 10)
Así, pues, escuchen la decisión que Yavé ha tomado contra Edom y sus proyectos contra los habitantes de Temán: Sí, hasta las ovejas más flacas serán llevadas a la rastra, y, al verlo, el rebaño se estremecerá de espanto. (Jeremías 49, 20)
Huyan de Babilonia y del país de los caldeos. Salgan como salen los machos cabríos a la cabeza del rebaño. (Jeremías 50, 8)
Así, pues, escuchen lo que ha decidido hacer Yavé con Babilonia y lo que piensa realizar en el país de los caldeos: sí, hasta las ovejas más pequeñas serán llevadas a la rastra, y, al verlo, el rebaño temblará de miedo. (Jeremías 50, 45)
Contigo aplasté al pastor y su rebaño, al labrador y su yunta, a gobernantes y funcionarios. (Jeremías 51, 23)
Mis hijos predilectos caminaron por difíciles senderos, arrebatados como un rebaño robado por el enemigo. (Baruc 4, 26)
Anda y toma lo mejor del rebaño, pon leña bajo la olla y hazla hervir un buen rato hasta que se hayan cocido los huesos". (Ezequiel 24, 5)
"Hijo de hombre, habla de parte mía contra los pastores de Israel, profetiza! Les dirás a los pastores: Esta es una palabra de Yavé: ¡Ay de ustedes, pastores de Israel: pastores que sólo se preocupan de ustedes mismos! ¿Acaso el pastor no tiene que preocuparse del rebaño? (Ezequiel 34, 2)
Mi rebaño se dispersó por las montañas y colinas; el resto está disperso por todo el país, y nadie se preocupa o sale en su búsqueda. (Ezequiel 34, 6)
Tan cierto como que yo vivo, dice Yavé, que si mis ovejas quedaron expuestas a los ladrones, si se convirtieron en presa de las fieras salvajes, la culpa es de los pastores. Mis pastores no se preocuparon de mis ovejas, se preocuparon de sí mismos pero no del rebaño. (Ezequiel 34, 8)
