Fondare 296 Risultati per: presencia divina

  • más vale que te digan: "¡Sube para acá!" que verte rebajado en presencia del príncipe. Si has visto algo, (Proverbios 25, 7)

  • Todo lo que él hace llega a su tiempo; pero ha puesto la eternidad en sus corazones, y el hombre no encuentra el sentido de la obra divina desde el principio al fin. (Eclesiastés (Qohelet) 3, 11)

  • No hace más que contradecir nuestras ideas, y su sola presencia nos cae pesada. (Sabiduría 2, 14)

  • Tus santos hijos, la raza de los buenos, ofrecieron pues en secreto el sacrificio y se comprometieron a observar esa ley divina: el pueblo seguiría siendo solidario tanto en los éxitos como en los peligros; después de lo cual entonaron los cantos de sus padres. (Sabiduría 18, 9)

  • No tomes tu decisión en presencia de un tonto: no guardará el secreto. (Sirácides (Eclesiástico) 8, 17)

  • No hagas lo que debe permanecer secreto en presencia de un desconocido: no sabes cómo reaccionará. (Sirácides (Eclesiástico) 8, 18)

  • ¡Acuérdate de tu padre y de tu madre cuando te sientes en medio de los grandes, no sea que te descuides en su presencia y te conduzcas como un tonto! Desearías entonces no haber nacido y maldecirías el día de tu nacimiento. (Sirácides (Eclesiástico) 23, 14)

  • Celebro en su presencia la liturgia de su Santa Morada, y es por eso que me establecí en Sión. (Sirácides (Eclesiástico) 24, 10)

  • Hay tres clases de personas que aborrezco y cuya presencia no la soporto: un pobre orgulloso, un rico que miente y un viejo vicioso y tonto. (Sirácides (Eclesiástico) 25, 2)

  • El hombre inteligente pone su confianza en la Ley; para él la Ley es digna de fe como una respuesta divina. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 3)

  • El que peca en presencia de su Creador, ¡que caiga en las manos del médico! (Sirácides (Eclesiástico) 38, 15)

  • Desde temprano se dedica a encontrar al Señor que lo creó, implora en presencia del Altísimo; abre su boca para orar y suplicar por sus pecados. (Sirácides (Eclesiástico) 39, 5)


“No juízo final daremos contas a Deus até de uma palavra inútil que tenhamos dito.” São Padre Pio de Pietrelcina