Fondare 226 Risultati per: orden

  • Si ustedes pudieran alterar el orden acordado por mí entre el día y la noche, de tal manera que no sea de día o de noche cuando corresponda, (Jeremías 33, 20)

  • Pues ahora les doy una orden para que vuelvan. Atacarán esta ciudad y la tomarán para pegarle fuego. Y de de las ciudades de Judá no quedarán más que ruinas solitarias.» (Jeremías 34, 22)

  • Se han cumplido las órdenes de Jonadab, hijo de Recab, que prohibió a sus hijos tomar vino y no han bebido hasta la fecha por obedecer a la orden de su padre. En cambio, yo les he hablado a ustedes sin parar, insistentemente, y ustedes no me han escuchado. (Jeremías 35, 14)

  • ¡Mientras que los hijos de Jonadab, hijo de Recab, cumplieron la orden que les dejó su padre, este pueblo, en cambio, ni siquiera se ha parado a escucharme! (Jeremías 35, 16)

  • Y a la comunidad de los recabitas les dijo Jeremías: «Esto declara Yavé de los Ejércitos, el Dios de Israel sobre ustedes: Ya que ustedes han obedecido a la orden de su antepasado Jonadab cumpliendo todo lo que les mandó y actuando como él quería, (Jeremías 35, 18)

  • Respecto a Jeremías, Nabucodonosor, rey de Babilonia, había dado esta orden a Nebuzardán, comandante de la guardia: (Jeremías 39, 11)

  • Partieron para Egipto, desobedeciendo la orden de Yavé, y llegaron hasta Tafnes. (Jeremías 43, 7)

  • Viene a continuación la orden que dio Jeremías a Seraías, hijo de Nerías, al partir éste junto a Sedecías, rey de Judá, a Babilonia, el cuarto año de su reinado (Seraías era el mayordomo de viaje). (Jeremías 51, 59)

  • Y Jeremías dio esta orden a Seraías: «Cuando llegues a Babilonia, cuida de leer en voz alta todo esto, y agrega: (Jeremías 51, 61)

  • Hasta los bosques y todo árbol oloroso les darán sombra por orden de Dios. (Baruc 5, 8)

  • Dio esta orden al hombre vestido de lino: "Saca fuego de entre medio de las ruedas y de los querubines". El hombre se aproximó y se puso al lado de la rueda. (Ezequiel 10, 6)

  • Ejecuté pues la orden que había recibido. Arreglé durante el día mi equipaje de exiliado, y al atardecer hice con mi mano un hoyo en la muralla, luego salí de noche en presencia de ellos, después de haberme echado mi fardo al hombro. (Ezequiel 12, 7)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina