Fondare 271 Risultati per: octava alianza

  • En cuanto a ti, por consideración a tu alianza celebrada con sangre, sacaré a los presos de la cisterna seca en que los guardaban. (Zacarías 9, 11)

  • En seguida tomé el bastón llamado Bondad y lo rompí; y fue rota la alianza que Dios había hecho con los pueblos vecinos. (Zacarías 11, 10)

  • Y comprobarán que yo he sido quien les hizo esta advertencia para restaurar mi alianza con Leví, declara Yavé de los Ejércitos. (Malaquías 2, 4)

  • En mi alianza con él se hablaba de vida y de paz, y se las concedí; se hablaba también de respeto y él me respetó y reverenció mi Nombre. (Malaquías 2, 5)

  • ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado a todos un mismo Dios? ¿Por qué, entonces, cada uno se aprovecha de su hermano, profanando la alianza de nuestros padres? (Malaquías 2, 10)

  • Estoy para enviar a mi mensajero, al que despejará el camino delante de mí; pues pronto entrará en su santuario el Señor que ustedes piden. Fíjense que ya llega el mensajero de la Alianza que ustedes tanto desean, dice Yavé de los ejércitos. (Malaquías 3, 1)

  • esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que es derramada por una muchedumbre, para el perdón de sus pecados. (Evangelio según San Mateo 26, 28)

  • Y les dijo: «Esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que será derramada por una muchedumbre. (Evangelio según San Marcos 14, 24)

  • que nos mostraría el amor que tiene a nuestros padres y cómo recuerda su santa alianza. (Evangelio según San Lucas 1, 72)

  • Hizo lo mismo con la copa después de cenar, diciendo: «Esta copa es la alianza nueva sellada con mi sangre, que es derramada por ustedes»). (Evangelio según San Lucas 22, 20)

  • Ustedes son los hijos de los profetas y los herederos de la alianza que Dios pactó con nuestros padres, al decir a Abrahán: A través de tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra. (Hecho de los Apóstoles 3, 25)

  • Y ésta es la alianza que yo haré con ellos después de borrar todos sus pecados. (Carta a los Romanos 11, 27)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina